Política

La novela de un loco

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Cada día, la realidad persuade a Gil de que la vida es como una novela escrita por un ser delirante. Gamés se convenció de esto leyendo sus periódicos de papel.

Una nota de Rubén Mosso en su periódico MILENIO informa que “el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna calificó de ilegal la captura de 27 de las 32 personas detenidas durante el espectacular operativo realizado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en el barrio de Tepito”. Delgadillo Padierna es el sobrino de Dolores Padierna y sostiene que la captura de la mayoría de los detenidos fue ilegal. ¿No es esto delirante? ¿Las pruebas? Que se las coman con papas.

“Alguien le mintió a Omar García Harfuch. Alguien le mintió al secretario de SSC”, afirmó el juez Delgadillo, quien solicitó al titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Ciudad de México iniciar una investigación contra su personal por armar una investigación y agredir a cinco mujeres, y les dio cinco días para informarle al juez del inicio de esta pesquisa. El juez le avienta pájaros a las piedras, como diría el clásico. Y lo que vimos: ¿pasadizos secretos, armas, una bazuca, osamentas, cráneos humanos, kilos y kilos de droga? ¿O no había nada de eso y todo fue un arte dramático?

El juez Delgadillo mencionó que continuamente, durante los operativos, las autoridades quieren hacer pasar como delincuentes a personas que presuntamente son detenidas en dichas acciones. Es verdad: fabricar culpables es un deporte extremo del Poder Judicial en México, pero, ¿y si los detenidos fueran pájaros de cuenta y cuento? Más delirios de ese pésimo novelista que es la vida pública mexicana.

Suspensión de la incredulidad

Como si fuera un depurado crítico literario, el juez Delgadillo llamó “inverosímil” al informe policial homologado que presentó la Secretaría de Seguridad Ciudadana, del que se dio parte a la Fiscalía General de la República. Las personas detenidas estaban acusadas de pertenecer a La Unión Tepito: “es inverosímil que estas 27 personas estuvieran a ocho metros de una patrulla, de droga y dinero y que no hubieran corrido. Es inverosímil que en un minuto llegara la autoridad después de que un minuto antes se les llamó para pedir refuerzos”, expresó el juez. Conan Doyle no lo habría resuelto mejor. Elemental, mi querido Omar: si no salen pitando como alma que lleva el diablo, los sospechosos son inocentes, eso que ni qué.

Este juez, maestro en verosimilitud, afirma que resulta “imposible que quisieran sobornar a policías” y también es inverosímil que solo una persona hubiera revisado a 27 personas, aparte de que el informe policial no está firmado. Gil se llevó los dedos índice y cordial a las sienes, un gesto de nuestros tiempos y caviló: entonces se abre aquí la posibilidad de que integrantes de La Unión Tepito no lo sean, y que, por el contrario, se trate de personas honorables que han sido maltratadas por la autoridad. En cualquier caso este es un delirio más del novelista loco.

Un culpable

Una de las cuatro personas que permanecen detenidas está acusada de posesión en la modalidad de venta de estupefacientes por la cantidad de 189 kilogramos, mientras que los otros tres imputados por acopio de armas de fuego solicitaron la duplicidad del término legal de 144 horas para resolver su situación jurídica. Bagatelas: 189 kilos de droga en posesión de una sola persona es inverosímil, juez Delgadillo: tenemos problemas con la suspensión de la incredulidad.

Por su parte, el Presidente declaró eso: “Sí tenemos la información, se está revisando el caso. Si hay una actuación indebida, ilegal o un acto de corrupción aquí lo vamos a denunciar”. El Presidente prometió que su gobierno no protege a nadie; sin embargo, no se pueden “hacer juicios sumarios”. Gil se rascó la cabeza como si tuviera algunos piojos en la sesera.

De acuerdo con el Presidente, hay versiones de que “integraron mal los expedientes y las carpetas de investigación no correspondían a los hechos y que por eso el juez tomó esa decisión”. El mandatario pidió esperar el informe de la fiscalía y el juez: “aquí lo importante es ver cuáles fueron los argumentos para dejar en libertad a estas personas; vamos a indagar bien para tener todos los elementos y les vamos a informar. No nos precipitemos”.

No nos precipitemos, Gilga pensó que nunca escucharía estas palabras en boca del Presidente de la República. Aún así, Gamés sugiere que dejen en libertad a todos los integrantes de La Unión Tepito y encarcelen a quienes participaron en el operativo. Lo dicho: la novela de un loco.

Todo es muy raro, caracho, como diría Beckett: “Todos nacemos locos. Algunos continúan así siempre”.


Gil s’en va

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Gil Gamés
  • Gil Gamés
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  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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