Es curioso; trabajamos afanosamente por cosas que al final no podremos llevarnos, y resulta que justo al final, la gente no se preocupa por los resultados de ese trabajo, sino por las huellas que dejamos. No es lo que construimos lo que se descubre grandioso; es lo que sembramos en otros. Ningún moribundo valora más lo que hizo para sí mismo, que lo que deja en los demás. Desconcertante es entonces nuestra escala de valores. Porque el egoísmo, muchas veces lleva la batuta en la mayor parte de los actos y propósitos, pero cuando todo está por acabar, nos damos cuenta que le apostamos a un caballo perdedor. Pero ya no hay tiempo; no hay manera de cambiar la apuesta y volver atrás. Es extraño que todo esto lo sabemos porque escuchamos las historias, de tanta gente que se está marchando, y que nos dice que su escala de valores estuvo equivocada… y ni así revisamos la nuestra, que suele ser muy parecida.
Es sorprendente; alegamos sentirnos desorientados con frecuencia a lo largo de la vida; tomamos decisiones terribles argumentando confusión. Tenemos la vida por delante y afirmamos no saber distinguir las cosas que importan… pero en los días postreros, una extraña sabiduría se apodera de nosotros, y curiosamente, las cosas que importan se vuelven totalmente claras. Pero es tarde. Tal claridad ya carece de sentido en ese entonces. ¿En serio es imposible la visión temprana? ¿O será que ahí estaba siempre, susurrándonos al oido la verdad, y elegimos escuchar los gritos estridentes de la soberbia?
Tener la razón y ascender peldaños, sueñen ser las dos formas comunes en que se nos va la energía… pero la satisfacción cuando la vida acaba, no se mide por las veces que ganaste un debate, sino por la paciencia con que escuchaste a otros… no te dan paz los reflectores que te iluminaron, sino la luz que hiciste nacer en los otros. Es más fácil que la gente te recuerde por lo que transformaste en ellos, y no por tus propias conversiones. La vida se marcha como un tren en la distancia mientras estás distraído. Y de todas estas cosas que tienen sentido y significado, es de lo que se trata la vida. La idea es descubrirlo cuando aun nos queda suficiente de ella.
