Reconstruir la autoestima del adolescente, le requiere dejar de vivir para cubrir las expectativas a su alrededor. Esta es una tarea central en psicoterapia. Defensivamente, el común de los adolescentes con una historia de padres distantes e indiferentes, suelen aparentar que nos les importa la opinión de nadie. Esto es una máscara para alejarse del dolor; precisamente su conducta perturbadora pide atención a gritos. El joven necesita entender, que la venganza se ha instalado detrás de su rebeldía de manera inconsciente. Y que sus actitudes desadaptativas podrán hacer estallar a sus padres, pero que el mayor daño recaerá en su propia vida.
Muchos adolescentes emplean su historia tortuosa, como un pasaporte para hacer pedazos su vida, y un permiso para convertirse en una amenaza para quien se cruce en su camino. Es preciso mostrarles esa mascara; enseñarles la grandeza que llevan dentro. Dejar prejuicios e invitarlos a ver que en ellos se encuentra el poder de aceptar o no, las etiquetas descalificantes, provenientes de sus propios padres, y en ocasiones de sus maestros. Enumerar los defectos de un joven, solo nos convierte en un tonto insensible más, de la larga lista de personas que se han dedicado a criticarlo. El adolescente ya está familiarizado y acostumbrado a que se hable mal de él.Su gran carencia, es la habilidad para ver cosas buenas en su interior; para eso está ahí su terapeuta. Para mostrarle el camino. Si él o la joven, percibe en el terapeuta una figura amistosa incondicional, que lo respeta y valora, sin darle por su lado en las fechorías, pero que tampoco lo juzga ni lo critica, con el tiempo se abrirá para permitir el proceso de sanación. El logro supremo de la terapia, se da cuando se deja de culpar a los padres del desastre en el que se ha convertido su vida de adolescente, y se empieza a asumir la responsabilidad de los propios actos. Aceptar que por parte de sus padres, probablemente está solo, debe dejar de ser un motivo de ira y depresión; para convertirse en un impulso, que lo libere del papel de víctima, para asumir el rol de un guerrero: dejar salir la grandeza interior en medio de la adversidad.
Cuando tus padres no te aman (parte 2)
- Semillas de conciencia
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Gabriel Rubio Badillo
Tampico /