Votar en México cada vez es más confuso, gracias a las benditas coaliciones. Apenas hace unos días me puse a estudiar a detalle cómo estaba el asunto en Hidalgo y resulta que ya no existe ni derecha ni izquierda, ahora es Morena o Anti-Morena, así se resume la oferta política. El problema es que sus alianzas se llaman casi igual, una es “Juntos haremos historia” y la otra tiene por lema: “Unidos somos más fuertes”.
En un lapsus, cualquiera se puede confundir y votar por “Unidos haremos historia” o por “Juntos somos más fuertes”. Curiosamente, los partidos están recurriendo a la unidad, al hecho de “estar juntos” como estrategia, pero, ¿querrán causar confusión intencionalmente?
Si queremos encontrar una diferencia entre los verbos unir y juntar, en “Juntos haremos historia” (un lema tan viejo como el movimiento obradorista) parece ser importante la cantidad, la acumulación de adeptos. Por otro lado, en “Unidos somos más fuertes”, unir es mezclar, atar una cosa con otra física y moralmente.
Este análisis semántico es importante porque deja entrever intenciones políticas, pero también contradicciones. Los partidos quieren hacernos creer que estamos unidos, cuando en realidad vivimos una polarización brutal, o eres chairo o eres fifí. Con esa visión simplista, los partidos creen que su movimiento está uniendo cuando en realidad está dividiendo.
No se debe ni se puede mezclar el agua con el aceite. En ambos frentes juran que sus partidos honran sus estatutos y principios, pero necesariamente los violan para juntarse con sus nuevos amigos. Va el ejemplo. El PRI, en su Declaración de Principios asegura: “Somos un Partido que… sostiene una tendencia ideológica que lo vincula a la corriente social demócrata de los partidos políticos contemporáneos, espacio donde asumimos la democracia social en el liberalismo igualitario”.
Mientras que el PRD, en su documento homólogo dicta: “El Partido de la Revolución Democrática, es una organización de izquierda, democrática y progresista, que lucha contra el neoliberalismo, que desarrolla una crítica al capitalismo que es un sistema de explotación, dominación y opresión, en la perspectiva de lograr una nueva sociedad igualitaria, libertaria e incluyente…”.
Los partidos han perdido identidad. El que PRI, PAN y PRD vayan juntos a una elección es un mal chiste que se volvió realidad. Estas elecciones serán como un partido de futbol México contra México, ya que, por los antecedentes de sus candidatos, la coalición “Juntos haremos historia” también es el PRI, el PAN y el PRD. Ósea, los mismos de siempre contra los mismos de siempre, ¿quién ganará? Es un gran misterio.
Elliott Ruiz