Estigmatizar no es solo juzgar: es reducir a una persona a un estereotipo injusto. Es decir, que alguien es pobre porque es flojo, o que vive en la calle porque quiere, sin entender las causas reales. Esta forma de pensar perpetúa la desigualdad y nos aleja de la empatía y la justicia social.
También los empresarios pueden ser estigmatizados. Una de las estigmatizaciones más duras que enfrentan es la idea de que son egoístas, sin escrúpulos y desconectados de las necesidades sociales.
Esta percepción ha sido alimentada por escándalos financieros, fiscales y laborales difundidos en los medios, lo que ha llevado a que muchos vean a los empresarios como figuras frías y codiciosas que solo piensan en acumular dinero.
No nos gusta que se nos etiquete, ni siquiera cuando hay motivos para ello. Nos incomoda sentir que una sola acción o error define por completo quiénes somos. Las personas somos más complejas que cualquier juicio o estigma que se nos imponga.
A propósito del anuncio del Gobierno estatal sobre el inicio del inventario de emisiones contaminantes –que ha derivado en sanciones a empresas–, organismos sindicales de patrones como Caintra Nuevo León, Canaco Monterrey, la Cámara Nacional de la Vivienda, Coparmex, la Cámara de Propietarios de Bienes Raíces e Index Nuevo León, firmaron un comunicado para pedir al Gobierno no los estigmatice (MILENIO, 07-08-2025).
Piden también “a la autoridad no estigmatizar ni amenazar a quienes (…) han contribuido a generar empleo, promover la inversión y fortalecer el crecimiento económico”.
Pues bien, ante el grave problema de contaminación que enfrentamos –causante de enfermedades y muertes, cuya magnitud ni siquiera se conoce con precisión– no se trata de evaluar y debatir si el Gobierno estigmatiza o no al sector empresarial, sino de identificar y atacar con seriedad las verdaderas causas de la crisis ambiental en Monterrey, sin evasivas ni privilegios.
Y el problema no es solo de empresarios y Gobierno, si así fuera sobrarían maneras para lograr acuerdos, independientemente de si se puede o no solucionar. Es de todos, hay que abrir el debate.