El más brillante siempre será el protagonista, sin duda. En este caso el Sol es el protagonista de todos los eclipses, aunque también es el protagonista de nuestro sistema estelar, de la vida en la Tierra y por supuesto, del final de nuestro planeta.
Corría el año 4 mil 500 millones antes de Cristo, en una nebulosa de nuestra galaxia, rica en Hidrógeno y Oxigeno, pero también de elementos mas pesados como el silicio, el carbono, el oxigeno, etc., donde nació una estrella, como te podrás imaginar es nuestro Sol.
El inicio de su vida fue bastante tranquilo, poco a poco limpió los desechos de su proceso de formación y de ellos, quedó materia suficiente para formar 8 planetas (no nueve, Plutón ya lo dimos de baja de esa categoría porque no llegaba al peso), muchísimos planetas enanos, miles de asteroides, millones de cometas, etc. Este es nuestro vecindario, el sistema Solar.
Nuestro Sol tiene características muy interesantes, como por ejemplo que es una estrella muy común y con un tamaño pequeño, eso créanme que es muy afortunado para nuestro planeta. Las estrellas como nuestro Sol tienen vidas muy largas y tranquilas, es justo eso lo que ha permitido a la vida florecer en la Tierra. La radiación que nos llega del Sol es constante, y ha dado oportunidad a los organismos que viven aquí de irse adaptando a los cambios en nuestra estrella y también en nuestro planeta.
El Sol, también sigue una órbita alrededor de nuestra galaxia, la Vía Láctea, que tarda mas o menos 230 millones de años completar; si tomamos nuestra medida de medición del tiempo como ejemplo, es decir, un año terrestre es una vuelta alrededor del Sol, para nuestra estrella, tan solo llevaría unas 22 vueltas, es decir, tendría apenas 22 años galácticos.
Nuestra estrella está a la mitad de su vida, ahora tiene un ciclo de 11 de años que cambia un poco de carácter, déjame te digo porque. Cada 11 años el Sol cambia de polaridad magnética, es decir que se invierten, este proceso se debe a que no se trata de un cuerpo solido girando, sino un plasma, un gas a muy alta temperatura y con presiones increíbles. En este ciclo de 11 años puede pasar de una tranquilidad apacible de prácticamente no mostrar actividad de manchas, erupciones de masa coronal, etc, pero cuando esta por llevarse a cabo este cambio las cosas cambian dramáticamente, aparecen muchas manchas (regiones que tienen una temperatura menor al promedio, unos 5500 grados, mientras que el promedio es de 6000), la actividad se incrementa y lanza material al espacio, para volver a calmarse y tener una actividad regular.
Afortunadamente este ciclo del Sol no es tan intenso para nosotros gracias a que la Tierra posee un campo magnético que la protege, antes de poner en órbita satélites no sufrimos tanto con esta actividad, hoy si nos parece mucha mas digna de cuidado por nuestra enorme dependencia a la tecnología.
Cuando el Sol muera en unos 4500 millones de años, habrá crecido, producto de haber terminado su combustible (transformar Hidrógeno en Helio) y será tan grande que la Tierra ya estará dentro de la estrella o se habrá destruido. Al final de su vida, el sol lanzará al espacio toda su envolvente gaseosa y solo quedará en su centro una estrella Enana blanca, que tardará millones de años en enfriarse y apagarse.
La próxima entrega te platicare de la Tierra, el siguiente protagonista de un Eclipse.