La iniciativa de reforma electoral que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador ha generado una crispación política, misma que ha dado reflectores a actores políticos del pasado y la oportunidad a sus opositores para disminuir el nivel de aceptación que tiene, por ello la importancia de la marcha de este día. Si el evento realmente cumple con las expectativas, no en número de asistentes sino en que logre en los próximos días de echar abajo la propuesta presidencial.
De poco o nada servirá llenar el zócalo, lo dudo, si lo único que se consigue es presencia en los medios, pero no en el ánimo de la sociedad. Lamentable que todo quede suscrito en una caminata sin respaldo social real, no de grupos y de opositores sino de la esencia de un país: su población.
Ahora bien, la discusión sobre la reforma electoral se ha dado en medios de comunicación y en las plataformas digitales y redes sociales, donde se exponen las posturas a favor y en contra de la iniciativa presidencial. Pero no se ha dado en las plazas públicas ni mucho menos foros académicos y sociales.
En el Estado de México la postura de los actores políticos en tono a la reforma electoral la han planteado los líderes de los partidos MORENA, PRD y PAN, y muy ligeramente la ha tocado dirigencia del PRI. Pero no ha habido posicionamientos de líderes de opinión y con ascendencia social.
A la marcha de este día, los representantes mexiquenses serán militantes y dirigentes del Partido Acción Nacional, así como los representantes de colonos de zonas residenciales de Naucalpan, Atizapán y Huixquilucan, entre otros, que han dicho "el INE no se toca".
En el PRI hay algunas voces que han dicho que asistirán a la marcha, pero no como partido sino como ciudadanos con militancia priista. Todo hace parecer que el Revolucionario Institucional cederá a Acción Nacional ser el protagonista de este evento anti AMLO.
Es de resaltar que, al margen de la cantidad de mexiquenses que asistan a la marcha de hoy, hay otra cantidad que sin asistir la apoyan. Pero también hay otros que respaldan la propuesta presidencial y la defienden, no necesariamente afines a Morena, sino a su visión de la democracia.
Esta marcha no define el futuro del INE, su futuro está en la cámara de Diputados y en el Senado. Esa es la realidad. La presión social podría tener su peso, sí y solo sí, demuestra que es eso, presión social, y no lucro político de los opositores.
Está más que claro que la reforma electoral se cae o se logra, no por la marcha de hoy, sino por las negociaciones que se den en el Congreso para alcanzar las dos terceras partes de los votos para consumar la reforma constitucional.
Este es el verdadero debate, qué tan fuerte es el liderazgo de Claudio X. González para evitar que el PRI se fraccione y le de los votos necesarios a Morena para que se consume el cambio de INE a INEC.
Ese es el meollo, no la marcha de hoy, este evento solo dará reflectores a los dirigentes de los movimientos anti AMLO y al presidente panista, pero no influye en la votación. Eso es lo que se debe medir y no buscar los reflectores y tener un impacto mediático, que seguramente no repercutirá en el nivel de aceptación del presidente.
Eduardo Garduño Campa