Política

Covid-19. Los incendios forestales

  • ADN mexiquense
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  • Eduardo Garduño Campa

Por razones de trabajo suelo ir una vez por semana al sureste mexiquense, Valle de Bravo y sus alrededores. He sido testigo de muchos eventos, lamentablemente no de beneficio para los municipios aledaños a ese pueblo mágico. La mayoría de impactos negativos al ecosistema de la zona.

Este mes de marzo, con el inicio de la primavera, también iniciaron los incendios forestales y, por los que se han registrado en los últimos días, se teme que sumen más de los que se presentaron en 2021 en esta región

Por un lado, la falta de consciencia y responsabilidad de personas que se les hace fácil tirar basura en cualquier lugar y prenderle fuego, muchas veces cerca de zonas forestales, y por el otro, la resistencia a cambiar hábitos para preparar la tierra para la siembra de temporal e insistan en que la quema de pastizales es la mejor forma para tener listo el terreno y esperar una buena cosecha.

Y aunado a estos dos elementos mencionados, los enfermos de piromanía que encienden fuego como deporte y como algo normal, sin saber el daño que pueden causar.

Lo anterior ha dado como resultado un saldo negro en lo que va de marzo de este 2022. Los incendios forestales han empezado con todo y ya suman más de mil hectáreas afectadas en los más de 40 siniestros que se han registrado.

La pregunta es ¿qué ha fallado en las políticas públicas de los tres niveles de gobierno, que no han logrado reducir los siniestros forestales?

Es lamentable que en algunos municipios los incendios de este año suman casi la mitad de los registrados en todo el año pasado. Un ejemplo es Valle de Bravo, donde en lo que va de marzo ya se han suscitado 25 incendios y más de cien hectáreas de bosque afectadas.

Lo preocupante es que aún no está en su momento más álgido la temporada de estiaje y los incendios han sido muchos y con afectaciones severas al ecosistema.

Hace dos semanas se registró un evento lamentable que afectó 30 hectáreas en la comunidad de Monte Alto, provocado por una brasa y eso generó graves daños.

Es decir, falta mucha conciencia ciudadana y políticas públicas más estrictas para combatir la irresponsabilidad y castigar a quienes cometen este ilícito.

Pero que no pase lo de siempre, que para justificar su trabajo y decir que están cuidando los bosques se detenga a los campesinos y se les acuse de incendiar bosques, y a los verdaderos responsables de estos ecocidios ni los toquen.

Las autoridades, además de crear operativos estratégicos para atender las llamadas de auxilio ante un siniestro de estos, deben impulsar campañas realmente efectivas que penetren en la conciencia de las personas para que no solo prevengan los incendios, sino que se sumen los ciudadanos a concientizar a los vecinos y a sus compañeros.

De lo contrario seguiremos viviendo estas tragedias ambientales que sin duda afectan el comportamiento del clima en la zona.

Asumir responsabilidad compartida, como sociedad y como autoridad en el cuidado del ecosistema.

Es lo justo.

Eduardo Garduño Campa

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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