El desbordamiento de la presa privada en Valle de Bravo, que afectó severamente caminos y casas aledañas, fue lo que hizo posible que desde la cámara de Diputados del Estado de México, se hiciera un exhorto a la Comisión Nacional del Agua, a la Comisión de Aguas del Estado de México y al Ayuntamiento de Valle de Bravo, para que investiguen por qué la existencia de lagos privados y quién autorizó esos permisos.
Tal exigencia obedece a las múltiples denuncias que desde hace más de tres años grupos ambientalistas hicieron sobre la caída en los niveles de almacenamiento de la laguna Miguel Alemán, pues los escurrideros, manantiales y causes de los ríos que alimentan a ese cuerpo de agua han sido desviados para llenar los lagos artificiales privados.
La pregunta es: ¿Las autoridades de los tres niveles de gobierno a los que se les ha hecho el exhorto, realmente trabajarán y darán respuesta a esta petición? Eso va a depender de la diputada que impulsó ese punto de acuerdo y del compromiso real de los legisladores por evitar que sigan cometiendo este atentado contra la biodiversidad.
De no haber una actuación y un seguimiento a este tema, el punto de acuerdo quedará solo en eso y seguirá la devastación de la zona y sin duda con severas afectaciones e impacto en el sistema Cutzamala.
La baja en los volúmenes de agua en la laguna de Valle de Bravo que este año ha registrado sus niveles históricos de estar por debajo de 50 por ciento de su capacidad, ya se reflejó en la caída de abastecimiento de agua a Ciudad de México y zona metropolitana, así como en las comunidades de la zona y que les han restringido el suministro.
Grupos ambientalistas desde hace cinco años han denunciado permanentemente la baja en los niveles de almacenamiento de la laguna, producto de que la están acaparando los lagos artificiales privados. De hecho una foto satelital detectó 275 cuerpos de agua en la zona de los cuales 221 están en Valle de Bravo y 54 distribuidos en Amanalco de Becerra y Donato Guerra.
No se les hizo caso a las denuncias cuando apenas había diez o quince lagos artificiales privados, y ahora son 275.
Ya veremos si ese punto de acuerdo en el que se exhorta a las tres instancias de los tres niveles de gobierno investigar tiene realmente dientes o sólo quedará para el archivo de la memoria parlamentaria.
Hay evidencias contundentes que prueban el acaparamiento de los escurrideros, manantiales y cauces de los ríos hacia los lagos privados y eso impacta en la escasa llegada de agua a la laguna de Valle de Bravo,
El problema es serio y si el exhorto en la cámara de Diputados solo fue para fijar una postura y no darle seguimiento, qué pena. Pero si habrá seguimiento y se hace una investigación profunda, seguro se descubrirá que más de 80 por ciento de esos lagos artificiales se hicieron sin los permisos correspondientes y peor aún, con prácticas corruptas.
Veremos hasta dónde llega, si se defiende la laguna o impera la impunidad y la corrupción en este caso.
Eduardo Garduño Campa