Que el tan esperado debate entre candidatos a la alcaldía de Torreón, organizado por el Instituto Electoral de Coahuila (IEC), dejó un mal sabor de boca, pues más que propuestas lo que se vio fue una adaptación a nivel local de lo que se vive en los encuentros entre los aspirantes presidenciales.
Que en el caso del alcalde y candidato a reelección por el PRI, PRD y UDC, Román Cepeda González gran parte de las intervenciones estuvieron focalizadas a las acciones que durante más de dos años ha hecho en Torreón como autoridad, principalmente en el tema de seguridad y no tuvo empacho en reconocer el apoyo de instituciones como el Ejército para esta tarea.
Que la ruptura en la alianza del PAN con el PRI en Coahuila tuvo sus estragos en el debate entre candidatos en Torreón. Román Cepeda, a diferencia de sus contrincantes, no hizo un llamado al voto a alguna candidatura presidencial. Esto deja en el aire la pregunta de qué pasará si la aspirante del PRI, PAN y PRD, Xóchilt Gálvez visita la región, ¿la respaldará o no en un acto público?
Que el candidato de Morena y el PT, Shamir Fernández Hernández adaptó los discursos de la Cuarta Transformación en Torreón y repitió en varias ocasiones que en el municipio la clave para mejorar es combatir la corrupción.
Que el tema de Agua Saludable para La Laguna confrontó al panista Sergio Lara Galván y el candidato del Partido Verde, Ignacio Corona Rodríguez. El primero aseguró que esta obra no está lista y no ha llegado ninguna cantidad de agua a la ciudad, mientras que el ex panista le reviró diciendo que debe informarse mejor porque ya hay pruebas al respecto.
Que la moderación del encuentro entre candidatos fue funcional, pero no faltaron los errores. La moderadora Gabriela Magali González pronunció mal en varias ocasiones el nombre del candidato del Partido Verde, hecho que le fue señalado por el mismo aspirante.
Que la mayoría de los candidatos se dijeron ganadores del debate en sus redes sociales, salvo Jorge Torres Bernal de Movimiento Ciudadano y quien prácticamente tundió a todos los demás durante el encuentro al argumentar que sus nombres siguen vigentes desde hace años en cargos públicos y por eso pertenecen a la “vieja política”.
