Que el panismo de Altamira considera como una verdadera vergüenza la actitud de dos funcionarios del gobierno estatal, tal es el caso del jefe de la Oficina Fiscal Gonzalo Urbina Betancourt y Tino Lee Rodríguez, quien fungió como delegado de Sebien en la ciudad, ya que fueron los responsables de “reventar” la elección del nuevo Comité Directivo Municipal de Acción Nacional en la urbe industrial. El colmo, fue que las puertas del salón Los Faroles, sede del evento, no se abrieran; ¿será porque Carlos Urbina Betancourt, hermano del Jefe de la Oficina Fiscal, es el propietario del citado inmueble?
Que se reunió la Comisión Permanente del Consejo Nacional del PAN para ver agenda nacional y cómo van sus procesos internos; por Tamaulipas ahí estuvieron el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y el senador Ismael de los mismos apellidos, quienes tienen un asiento ante ese órgano de poder albiazul.
Que ya falta poco para que el Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam) reparta las diputaciones plurinominales de la próxima Legislatura y se defina de manera oficial cuántos asientos tendrán Morena y el PRI.
Que el árbitro electoral, María de los Ángeles Quintero Rentería no se quiso meter en camisa de once varas sino hasta que los tribunales despachen todas las impugnaciones, y con ello ganar tiempo para pronunciarse en torno a la llegada de Gerardo Peña en vez de María Elena Figueroa por representación proporcional.
Que ayer anduvo por el sur, para inaugurar un juzgado familiar en Altamira, el reynosense presidente del Tribunal Superior de Justicia de Tamaulipas, Horacio Ortiz Renán, a quien algunos hasta le ven cara de prospecto para la Secretaría General de Gobierno, junto con Abelardo Perales Meléndez, asesor jurídico de la administración estatal. ¿Tanto así?