Que muy emotiva fue ayer la sesión del IEEM para entrega de constancias de mayoría a los 91 ganadores del Proceso Electoral Judicial en el Estado de México. Algunos llevaron una discreta porra familiar, pero una probadita de la soledad en la que tendrán que meditar y dictar sentencias les fue dada por la clase gobernante mexiquense, porque no acudió nadie de los poderes Ejecutivo, Legislativo ni del Judicial. Quizá no hubo invitación, pero claramente el hecho es muy simbólico.
Que el magistrado Héctor Macedo García, quien será el primer presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México designado por la vía popular, también estaba festivo pero ya enfocado en la magna tarea que tiene por delante, y acertadamente comenzó con una idea fundamental: la unidad. Con los ya designados que vendrán posteriormente al cargo, señaló, “se tendrá que trabajar en coordinación. En el Poder Judicial no hay ninguna división”.
Otro punto toral que destacó fue que, en la nueva etapa de este órgano, “habrá una comunicación con la ciudadanía para que las sentencias se den con un lenguaje más digerible”.
Que una vez más los empresarios de Teotihuacán reactivaron los vuelos en globo en la zona arqueológica tras más de dos semanas de suspensión por el reciente aterrizaje forzoso que dejó lesionados. Los prestadores del servicio cumplieron con los requerimientos de Protección Civil estatal y el Instituto de verificación administrativa de la entidad. Ojalá el control estricto no vuelva desinflarse.
Que las lluvias no dan tregua, y las familias de Chalco son las más preocupadas. Como se recordará, cinco sus colonias permanecieron bajo el agua más de un mes en 2024 y este año están cruzando los dedos debido a que no se ha concluido el Colector Solidaridad y otras seis obras más que implementaron los tres órdenes de Gobierno.
Sin embargo, conservan la esperanza porque la administración estatal, en coordinación con la federal, no le quitan el ojo de encima a la zona oriente, y han realizado variados esfuerzos para apoyar a la región. Con el agua, las próximas semanas serán irónicamente una prueba de fuego.
