QUE los movimientos telúricos en la política a nivel nacional que tuvieron su epicentro en el Senado tras la llegada de la ex titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, también tendrán réplicas en el suelo mexiquense, con los morenistas actualmente comandados por el senador Higinio Martínez.
Aún se recuerdan los daños colaterales de cuando el dirigente del GAP desacató la orden de la entonces funcionaria federal para que se aprobara la deuda histórica en el Estado de México, solicitada hace unos meses en el Congreso local.
Que muchos esperan la definición de Martínez para ver con qué grupo jalarán, si con los monrealistas que ahora se aprecian damnificados o con los de la próxima líder de la mesa directiva.
QUE contrariamente, en el la administración estatal la llegada de Sánchez Cordero fue vista con buenos ojos, pues ella fue el vaso comunicante de la buena relación que prevalece entre los jefes de los Ejecutivos, federal y estatal.
QUE hablando de cambios y movimientos de gran importancia política, el relevo de Gustavo Cárdenas en la coordinación de la bancada priísta mexiquense en San Lázaro se derivó a que él sigue siendo uno de los personajes fundamentales en el tricolor estatal y podría encabezar trabajos del más alto nivel en el propio partido, con miras a lo que viene.
