Que ayer la reunión informativa de Morena, encabezada por la presidenta nacional del partido, Luisa María Alcalde, se vivió uno de los momentos más concurridos del partido fuera del proceso electoral de este año en el que el hotel sede registró un tumulto que buscaba ingresar al salón donde estuvo presente la plana mayor del movimiento entre ellos Andrés Manuel López Beltrán.
Lo que llamó la atención es que pudiendo haberlo hecho en ningún momento ni uno de los oradores en el presidium hizo señalamiento alguno al gobierno encabezado por la panista Libia García sino que además la dirigente de Morena reconoció el acercamiento que ha tenido la mandataria estatal con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Que la visita forma parte del arranque de la 4T en Guanajuato por armar una estructura robusta con miras a las elecciones de 2027 en la que buscan incrementar las posiciones del partido en la entidad y una de ellas es la de conseguir la mayoría en el Poder Legislativo local así como gobernar la mayor cantidad de municipios posibles.
Para ello se fijaron la meta de aumentar al padrón de Morena por lo que irán, de acuerdo a Luisa María Alcalde, a hacer un trabajo por tierra importante tocando puerta por puerta en cada rincón del estado para afiliar a cuando menos 300 mil habitantes de la tierra de José Alfredo Jiménez a su movimiento.
Que, por cierto, a quien no le fue nada bien durante el evento fue al senador Ricardo Sheffield, pues los convocados no recibieron con agrado la presencia del legislador federal, y nos dicen que el escándalo era tal que el discurso del también ex alcalde de León fue breve y se dirigió principalmente al presidium.
La que apareció de la nada fue otra ex alcaldesa, la también ex priista Bárbara Botello quien llegó al encuentro con la dirigencia nacional de Morena ya empezado el evento y discretamente tomó un lugar entre las gradas. También se vio al alcalde de Celaya, Juan Miguel Ramírez, y a la senadora Malú Mícher.
