Un partido de fútbol profesional terminó en violencia extrema.
Las imágenes de la barbarie nos recordaron el grado de descomposición social que podemos alcanzar cuando nos olvidamos de construir una cultura de paz.
Los hechos en el estadio de Querétaro resumieron muchas de las formas de violencia que acontecen diariamente en nuestro país.
¿Qué hacer tras estos niveles de violencia?
Reconstrucción, reconciliación y resolución. Es el itinerario que propone el profesor Johan Galtung para afrontar los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia.
Una buena síntesis de su propuesta se puede descargar de manera lícita y gratuita en la página web de la asociación Gernika Gogoratuz.
El primer paso que Galtung sugiere es reconstruir.
Esto implica hacer de nueva cuenta las estructuras sociales por medio de las cuales se proveen los servicios básicos a la población. Reestructurar la salud, la educación, la seguridad, etc.
Esta reconstrucción requiere de proximidad. ¿Cómo acercarnos si estamos sumamente polarizados?
Se puede, entre otros caminos, a través de una sociedad civil organizada diversa y plural que se ocupe de acercar mediante problemas comunes a quienes se encuentran alejados debido a sus respectivas posiciones.
Cuando una sociedad ha alcanzado niveles patológicos como los que vimos en un estadio las normas ya no tienen fuerza de obligatoriedad. Por lo que las instituciones vigentes no pueden vía sanciones construir paz social.
En estas circunstancias el camino más viable es que toda la sociedad nos eduquemos en conocimientos y destrezas prácticas sobre conflictos.
Aprender a transformar nuestra conflictividad cotidiana de manera positiva y creativa.
@davidperes_
