Alberto Hurtado Vera, diputado local en Coahuila, afirmó que va a presentar la propuesta de pena de muerte para violadores y pederastas.
Comentó que mínimo buscará el castigo de la castración química.
Coincido con buena parte del diagnóstico del diputado Hurtado y, al mismo tiempo, rechazo sus propuestas.
El diputado sostiene que los delitos contra menores son un problema muy grave en México, que el sistema actual de justicia no está funcionando eficazmente en esta materia, que a veces ni se puede integrar una carpeta de investigación.
Huerta Vera también considera que ese tipo de abuso es de lo más atroz y que hay un descontento en la sociedad porque la autoridad no tiene una respuesta efectiva hasta ahora.
Tiene razón en todos estos argumentos anteriores.
Donde discrepo es en que considera que aumentando la pena del delito va a bajar el índice de incidencia.
Es una relación de causa y efecto que en muchos escenarios no ha funcionado.
Tampoco comparto la propuesta de pena de muerte o castración química porque está en orden a un modelo de justicia punitiva.
Este horizonte jurídico se centra en el castigo y en incontables ocasiones no ha contribuido a la no repetición del delito.
Además, este modelo de justicia deja intacto el proceso, el contexto y las consecuencias del abuso de menores.
Sin embargo, la justicia restaurativa ha demostrado ser un camino mucho más integrador.
A veces como complemento de la vía ordinaria, a veces directamente como primera opción, la justicia restaurativa tiene el potencial de atender las causas del problema y, de esta manera, contribuye a la no repetición.
La justicia restaurativa no quita la responsabilidad de los ofensores. Lo que exige es que la asuman de manera activa y efectiva.
No solo frente a las víctimas y el Estado.
Un gran aporte de este otro modelo es la inclusión de la comunidad y el contexto donde suceden los delitos. Cuando un menor sufre una agresión sexual hay una serie de vínculos que se dañan en el entorno.
Algunas veces, la comunidad ha desarrollado un tipo de participación tan importante en el contexto del delito que no es extraordinario que también tenga que asumir responsabilidades frente a las víctimas e incluso frente a los agresores.
Diputado Alberto Hurtado, como sobreviviente de pederastia clerical, le extiendo mi mano para buscar otras opciones.
Las hay. Construyamos otros caminos.
@perezyortiz
