La estrategia integrativa, también conocida como "ganar-ganar", es una opción que busca encontrar soluciones que satisfagan los intereses de todas las partes involucradas en una negociación o conflicto.
Al contrario de una actitud competitiva, donde una parte busca obtener beneficios a costa de la otra, la estrategia integrativa busca alcanzar un acuerdo en el cual ambas partes salgan beneficiadas.
La premisa fundamental de esta estrategia es que existen oportunidades de colaboración y cooperación, en lugar de luchar por obtener ventajas individuales.
El gran desafío: confiar.
Es un enfoque basado en la empatía, la comunicación y el respeto mutuo, donde se busca entender los intereses y necesidades de ambas partes para encontrar una solución que sea aceptable para todos.
En la estrategia integrativa, el objetivo no es solo lograr un acuerdo, sino también construir relaciones duraderas y mutuamente beneficiosas entre las partes involucradas.
Se busca crear sinergias y generar valor adicional a partir de la confianza.
Esto implica que las partes compartan su historia, escuchen activamente, expresen sus necesidades y busquen opciones que satisfagan a ambas partes de manera equitativa.
A través de esta estrategia, se fomenta la creatividad y la búsqueda conjunta de alternativas. Se invita a las partes a considerar soluciones innovadoras.
En lugar de centrarse en posiciones rígidas, se busca identificar los intereses más profundos y encontrar soluciones que los satisfagan.
La estrategia ganar-ganar requiere de un alto nivel de confianza entre las partes. Implica ser transparente y honesto en la negociación, evitando tácticas de manipulación o engaño.
El enfoque está en construir una relación a largo plazo, donde las partes entiendan que pueden obtener mayores beneficios trabajando juntas en lugar de competir entre sí.
Al adoptar esta estrategia, se promueve un clima de confianza mutua y se construyen formas culturales que contribuyen a tramitar los conflictos de manera pacífica.
@perezyortiz