La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se ha mantenido ajena a los partidos políticos durante los últimos años, hecho que así deberá mantenerse en el futuro; no obstante, debe recuperar su liderazgo social.
La inscripción de la investigadora Beatriz Gutiérrez Müller en la lista de nueve perfiles para presidir la máxima casa de estudios poblana parecía perfilar la llegada de la 4T a otro ente público; sin embargo, la declinación de la ex primera dama de México alejó esas suposiciones.
A excepción de Lilia Cedillo Ramírez, que busca su reelección, los otros perfiles que quedan parecen ser discretos y con pocas posibilidades reales de obtener el triunfo en la contienda.
Hasta el momento, la BUAP ha sabido mantenerse al margen del clima político que se vive en la entidad, de las campañas anticipadas que empiezan a formarse y, sobre todo, de los escándalos.
Esa será la consigna que deberá seguir en los próximos años; sin embargo, también hay que mencionar que la universidad ha adoptado una postura tibia ante situaciones que deben importarle.
El tema de seguridad, sin duda, es uno de los principales; rectores de otras instituciones de educación superior han dado pronunciamientos firmes al respecto, situación que pocas veces se ha visto en la BUAP.
Por ello, es importante que la universidad retome ese papel importante dentro de la sociedad, ese liderazgo de opinión que en otros tiempos la caracterizó, en beneficio de la sociedad.
Gane quien gane, la contienda tendrá dos tareas fundamentales, mantener a la institución alejada de las corrientes políticas y retomar su papel protagónico entre la ciudadanía.