Este fin de semana regresan a la actividad los dieciocho clubes de la primera división del futbol mexicano. La jornada 5 se disputa completa, en tiempo y forma, a partir de esta noche, luego del fracaso de la liga mexicana en la Leagues Cup.
Algunos equipos, entre ellos el de la Franja, ya tienen un partido más después de haber adelantado encuentros el fin de semana pasado, mientras el América y el Mazatlán eran los últimos conjuntos en ver acción dentro del infumable torneo ante los clubes de la MLS.
Que la Leagues Cup se haya convertido en el parámetro para determinar cuál es el nivel del futbol mexicano es, por sí mismo, un fracaso para nuestro balompié. El roce "internacional" de los clubes se limita hoy en día a los torneos de la Concacaf y al insípido certamen binacional que se celebra en Estados Unidos.
Lejos quedaron los tiempos de la participación de México en la Copa Libertadores de América o en la Copa Sudamericana. Las brillantes actuaciones del Cruz Azul o el Guadalajara, llegando a finales de la Libertadores ante Boca Juniors de Argentina y el Inter de Porto Alegre, respectivamente, o el título del Pachuca conquistado contra el Colo-Colo, en la Sudamericana, son parte de aquel recuerdo cada vez más lejano de la relevancia que llegó a tener nuestro futbol en un buen contexto internacional.
Al futbol mexicano le cuesta mucho trabajo salir de su casa y hay una premisa cada vez más difícil de sostener: que el balompié que se juega en México, a nivel de su liga, es mejor que el de los Estados Unidos. Dicha tesis se ve cada vez más vulnerable si repasamos lo que ha ocurrido en las dos ediciones de la Leagues Cup.
Los negacionistas, los paleros y los patrioteros, tendrán otros datos, empero, este es, en todos los aspectos, el peor momento en la historia del futbol mexicano.
Un futbol que estaba acostumbrado a las derrotas, sí, pero a otro nivel, en otras instancias y definitivamente de otras formas, ahora es humillado sin pudor por la liga estadounidense, que a su vez, sí está aprovechando la vitrina mediática y futbolística.
Para eso sirvió la grandiosa Leagues Cup: para que el futbol de Estados Unidos se engallara y para confirmar que en la Liga MX no hay equipos grandes, no existen. Todos son diminutos, unos más que otros, pero todos son equipos inexistentes a nivel internacional.
De vuelta a casa, los "grandes" de nuestro balompié podrán seguir exhibiendo todo su "poderío" y continuarán solazándose con los vítores de sus cronistas. El futbol mexicano vive en una burbuja, en su burbuja.
De la jornada con la que se reanuda en forma la competición, destacan un par de encuentros: Tigres vs. Guadalajara y América vs. Puebla. Este último, un partido muy disparejo a favor de la causa americanista.
Lo que fue en alguna época un duelo de gran rivalidad y que alcanzó tintes de clásico a principios de los noventa, hoy es una muestra clara del desnivel que les permite autoproclamarse como "grandes" a ciertos equipos.