El legado del club más mexicano pervive como tal, en buena medida gracias a sus millones de partidarios y a la esencia que encarna.
No es descabellado afirmarlo: las Chivas Rayadas son un sentimiento futbolístico que se tiene que respetar. Con sus altas y con sus bajas, que en los últimos años han sido más las bajas, el Guadalajara tiene un mandamiento sagrado: ganar el clásico.
El enfrentamiento cumbre del balompié mexicano llegó por partida triple y marcará el derrotero del Clausura 2025. Si al conjunto tapatío le alcanza para eliminar al poderoso América, habrá festejo en la Minerva, empero, si la jerarquía del equipo capitalino se impone en la serie, confirmará la hegemonía sobre el más acérrimo de sus rivales.
El miércoles en su presentación como entrenador del Guadalajara, Gerardo Espinoza dio un paso al frente muy importante en pos de la reconciliación, no sólo con los resultados y la historia, sino con las formas. Unas Chivas bien armadas atrás, conscientes de sus limitaciones pero sin ningún complejo ante un equipo que en la previa vendían como “invencible”.
En el encuentro de ida de los octavos de final de la Copa de Campeones de la CONCACAF, el chiverío se encontró con la victoria en un partido que trabajó para no perder. La diferencia mínima que marcó el yerro de la defensa azulcrema, le podría dar un rumbo inesperado a la eliminatoria e incluso, al semestre de los dos equipos más populares del futbol mexicano.
El América lo ha ganado todo en el torneo doméstico pero tiene un pendiente que se ha convertido en una obsesión: la CONCACAF. En el marco del tricampeonato de liga, la frustración para los de Jardine se produjo en la competición de la confederación.
Otro fracaso en el área sería un golpe directo para el orgullo crema y hacerlo ante las Chivas, sería el trago más amargo desde que precisamente el conjunto rojiblanco echó al América en las semifinales del Clausura 2023.
Por más trillado que esté el lugar común: “los clásicos son otra cosa”. La motivación del Guadalajara ya no estriba en lo que puede ganar con cierta proximidad, sino en lo que puede quitarle al América.
El guion para el encuentro de vuelta a disputarse el próximo miércoles en el estadio Azulcrema, será muy parecido, por no decir idéntico al del partido en Guadalajara. Conforme avancen los minutos se va a acentuar la postura conservadora del “Rebaño Sagrado”.
Un gol de las Chivas prácticamente liquida al América. Es un juego de ajedrez y ninguno prescindirá de su reina. Ahora que se ha puesto de moda la ludopatía, “la apuesta” de ambos cuadros, con el criterio del “gol de visitante”, sólo varía en función de las playeras.
El gol es el táctico del juego, y lo tiene a su favor el Guadalajara.
En medio del clásico a matar o morir, quedó para este sábado el enfrentamiento de liga. Un partido en el que nadie querrá mostrar sus cartas y que pasa a segundo término a pesar de lo mucho que se juegan las Chivas en la clasificación general.