En detrimento de su propio campeonato, el futbol mexicano se pausa durante un mes para ir a jugar un torneo irrelevante deportivamente ante los equipos de la liga de Estados Unidos. Con poco que ganar y mucho que perder, el contingente de la Liga MX se expone a una vergüenza como la del año pasado y pone en juego su marchita reputación, sin ningún incentivo futbolístico de por medio.
Ni a los equipos ni a los aficionados les gusta la Leagues Cup, pero cuidado con externar esa molestia, porque la Santa Inquisición de la industria, tiene una ley mordaza sobre todos los agremiados de la disfuncional familia del balompié en México.
En el mejor de los casos, el torneo binacional sirve como una segunda pretemporada para los conjuntos que no han comenzado bien el certamen doméstico.
Equipos como el Puebla de José Manuel de la Torre, tienen en este torneito chicharronero la posibilidad de jugar por lo menos dos partidos más.
Sin Cavallini, colíder de goleo en el incipiente Apertura 2024, los Camoteros tendrán que darle juego en el eje de su ataque a Santiago Ormeño y Rafael Durán. Una lesión jamás llega en buen momento, empero, el parón de un mes quizá sea tiempo suficiente para recuperar al delantero canadiense.
En la portería, el Chepo también podrá probar a Miguel Wacho Jiménez. La animadversión de la afición poblana hacia el primer portero (Iván Rodríguez), ha generado una atmósfera muy difícil. Mostrar al guardameta que llegó como refuerzo, le puede dar un respiro a la Araña, y a su vez, confirmar si Jiménez está por encima del vilipendiado arquero que ha sido el titular durante los últimos tres torneos.
Muchos equipos todavía se tienen que reforzar aprovechando que la ventana de transferencias seguirá abierta hasta mediados de septiembre. Para el Puebla, la prioridad tiene que ser la defensa.
Con lo que cuenta actualmente el Chepo, es evidente que no puede competir. La peor defensa en la historia del futbol mexicano no sólo no se reforzó, sino que perdió a algunos de los deficientes activos que encajaron el nada honroso récord de más goles recibidos en un torneo.
Gente como Gastón Silva ya no cuenta y Olmedo ha sido banqueado. La directiva poblana tendrá que buscar en la mancomunidad (Atlas, Mazatlán, Santos) o abrir una plaza de extranjero, de lo contrario, está condenado el equipo de la Angelópolis.
Qué frustrante debe ser para el director técnico del Puebla no poder contener la hemorragia defensiva, sobre todo, a partir de la táctica fija. Si la calidad no da para elevar el nivel, por más que trabajen, será imposible mejorar y seguirá siendo el talón de Aquiles para un obstinado de la labor defensiva, como lo es el Chepo.
Mañana ante el Inter de Miami que no tendrá a Messi, y la próxima semana frente a los Tigres, son los dos partidos del equipo de la Franja antes de regresar al torneo doméstico, para enfrentar el último fin de semana de agosto, ni más ni menos que al América en la reanudación del torneo de liga.