Todos los reflectores de las semifinales del futbol mexicano se los están llevando el América y el Cruz Azul por su envergadura, empero, el equipo sensación del torneo es el Atlético de San Luis.
Pase lo que pase con ellos en Monterrey o en una eventual final, los potosinos son una noticia refrescante para nuestro futbol. Alejados de las inversiones multimillonarias de los otros tres semifinalistas, la filial mexicana del Atlético de Madrid está consolidando un buen modelo futbolístico.
Dos semifinales en tres torneos y la calificación a la fase final en tres de los últimos cuatro campeonatos, son la carta de presentación de su actual administración.
Después de varios torneos en la absoluta mediocridad, el Atlético de San Luis cayó a “zona de multas” en la tabla de cocientes y la matriz española tuvo que apoquinar. Desde luego que esa no era la idea de los inversores españoles que fueron llevando a los tuneros desde la otrora liga de expansión.
Para renovar bríos y salir del apremio, desde España dieron un golpe de timón y contrataron a Rodrigo Incera y Severiano García, dos directivos relativamente jóvenes que ya habían probado su capacidad con el Puebla.
García había sido el director de negocios de La Franja y Rodrigo Incera el director ejecutivo. Ambos llegaron promovidos por Grupo Salinas para darle estabilidad al constantemente perdedor equipo de la Angelópolis. Lo lograron.
Con los camoteros construyeron una de las etapas más interesantes de los últimos años para el tradicional club poblano.
Mientras Incera estuvo en el Puebla, La Franja subió sus estándares y se gestó de la mano de Nicolás Larcamón un cuadro competitivo, que además sirvió para sanear las finanzas del club con la posterior venta de algunas de las figuras del plantel.
Esa historia la han logrado replicar en San Luis.
Primero de la mano de Jardine y ahora con Torrent, el Atleti es todo lo que quisiera ser un equipo de clase media del futbol mexicano: sólido defensivamente, regular en su rendimiento cada torneo y prácticamente imbatible en casa.
La escuadra potosina tiene ventaja, mínima, pero al fin ventaja, para el encuentro de vuelta de semifinales ante la pandilla del Monterrey. El pronóstico sigue diciendo lo mismo que todo el torneo: el equipo se va a caer. Pero no solo no se cayó, está a 90 minutos de llegar a la final.
Sería la segunda en la historia del futbol potosino, que como muchas otras plazas de gran tradición, ha sufrido más de lo que ha podido gozar con su equipo.
Nadie puede negarle a la afición de San Luis Potosí el derecho a soñar con su primer campeonato en el máximo circuito.
Aquel San Luis que se salvó in extremis y llegó hasta la final frente al Pachuca en el Clausura 2006, representa hasta ahora, el cenit de su balompié en primera división.
Lo más cercano a un equipo ganador habían sido los Santos del San Luis y los Cachorros del Atlético Potosino que llegaron a una liguilla durante la misma temporada (76-77).