Deportes

Cromosomas olímpicos

No hay un evento deportivo más polarizado, politizado y plegado hacia una agenda que los Juegos Olímpicos. El barón de Coubertin ideó una competición entre individuos, no entre naciones, pero la justa atlética por excelencia se desvirtuó y se convirtió en un estandarte dogmático de los países anfitriones y del Comité Olímpico Internacional.

Hitler en Berlín 36 o el boicot a visita recíproca en Moscú 80 y Los Ángeles 84, en medio de la Guerra Fría, son algunas muestras de ello.

Que durante la ceremonia de inauguración Francia mostrara una colosal puesta en escena con sesgo progresista, es normal. La agenda Woke se ajusta a la línea del COI y de los principales patrocinadores, y forma parte de la esencia liberal de la cuna de la República.

El tema cultural, que fue la coartada perfecta del comité organizador para desafiar los estándares establecidos, fue un aporte que México le dio al movimiento olímpico a partir de los juegos de 1968. Antes de México 68 había muy pocas referencias de los aspectos extradeportivos, casi todo se centraba en las competencias. El presidente del comité organizador, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, retomó lo que ocurría en la antigua Grecia, donde a la par de la Olimpiada en materia estrictamente deportiva, se ofrecía una olimpiada cultural.

Mostrar la cultura e ideales de un país durante los olímpicos, forma parte de la tradición. Pero llevar esa cruzada progresista del gobierno francés y la agenda 2030 al terreno deportivo, es entrar a un terreno muy delicado. Es lo que está ocurriendo con el boxeo. Disciplina que mantiene una polémica abierta respecto a la participación de dos personas que no pasaron el criterio de género en el campeonato mundial de box amateur, debido a que se les encontraron cromosomas XY, pero que sí están compitiendo como mujeres en los Juegos Olímpicos.

La Unidad de Boxeo de París fue la responsable de realizar las pruebas de género y avalar esta injusticia que coloca en franca desventaja a las mujeres, sobre todo en las disciplinas de contacto, donde la fuerza es un valor intrínseco fundamental.

Muchas veces parece que la "libertad" depende de en qué sentido transite. Porque así como se promueve la "fraternidad" con una oda al travestismo, y la "inclusión" con el salvoconducto para que personas con cromosomas de hombre, golpeen a mujeres arriba de un ring de box, también se privó a toda la delegación de una nación (Rusia), de competir con su bandera, y se pasó por alto el conflicto que vive otra (Israel).

Lo cierto es que la ciencia comprobó que Imane Khalife tiene cromosomas XY y no pertenece a la rama deportiva femenil, debido a su producción exagerada de testosterona y su anatomía. Una ambigüedad que al Comité Olímpico no le interesó, y tenemos una "conquista progre" más: personas con genética de hombre golpeando impunemente a las mujeres. No faltará quien piense que es un paso histórico en la lucha por la inclusión y que lo contrario, es discriminación.


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David Badillo
  • David Badillo
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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