Gabriel García Márquez es uno de mis escritores preferidos y tiene un libro titulado: “Del amor y otros demonios” que nos habla de Sierva María personaje que se nos dice que estaba poseída por un demonio y que al final de sus días murió de amor después de un calvario terrible en su vida.
Y de ahí el título de mi columna querido lector, hablar de sindicatos en México es hablar de una figura ambigua, por un lado, son los estandartes de la lucha de los trabajadores y por otro, refugios de corrupción, impunidad y simulación.
La cuestión no es el concepto de esta palabra, ni es la operación de esta, ya que su creación es sin lugar a duda benéfica para el trabajador que se encuentre bajo su cobijo, ya que en efecto sus funciones en esencia son el de protegerlo y respaldar sus derechos ante posibles injusticias patronales, el problema de siempre y basta con que nos remitamos a la historia, han sido los líderes que encabezan estas organizaciones.
La detención de Percy ex secretario del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Municipio de Pachuca (SUTSMP) y que por más de 15 años lo lideró, por supuesto abuso sexual, y que varios le agregarían corrupción y malversación de fondos, no es un hecho aislado, es apenas la punta del iceberg de un problema añejo y enquistado, su detención vuelve a poner sobre la mesa una pregunta incómoda: ¿A quién sirven realmente los sindicatos en nuestro país?
En teoría buscan mejorar las condiciones laborales de sus agremiados y en verdad que en la mayoría de los casos si lo hacen. Sin embargo, la práctica cotidiana muestra una realidad turbia, en muchos lugares de nuestro Hidalgo, los sindicatos se han convertido en estructuras opacas, dirigidas por líderes que perpetúan su poder durante años, llenándose de nepotismo para poner a los suyos y ajenos a cualquier mecanismo democrático interno.
Y aquí está el reto, que es el de rescatar su esencia, democratizarlos y eliminar los vicios que los han alejado de su función original, no basta con sancionar ahora a Percy, el líder en turno, lo que es necesario es transformar de raíz las estructuras que permitieron que este personaje llegara a donde esta.
Le hablo de la falta de rendición de cuentas, la opacidad en el manejo de los recursos y la utilización de estas estructuras por parte de los partidos políticos; mientras esto no cambie, el verdadero motivo de existencia del sindicato queda relegado a ser una ficha más en el tablero del juego del poder.