El gobierno de Venezuela es una organización criminal internacional, asegura Estados Unidos. Ante ello ha puesto en marcha un operativo un militar y propagandístico de alcance mundial.
Estamos ante el nuevo rostro de las guerras del siglo XXI. Sin necesidad de necesariamente poner botas de soldados estadounidenses sobre el territorio bolivariano, se utilizarán las más avanzadas tecnologías de la destrucción y la presión política extrema para "erradicar" a Nicolás Maduro y sus secuaces, una camarilla francamente indefendible.
Como en el viejo Oeste, el cartel que ofrece una recompensa de 50 millones de dólares por la cabeza del presidente de facto de Venezuela es un mensaje propio de los peores momentos del imperialismo yanquee. El despliegue de barcos de guerra en las cercanas aguas del Caribe son otra muy clara señal hacia donde van las cosas.
Después de la alfombra roja en Alaska con que Trump recibió a Vladimir Putin, no necesitamos muchas más evidencias del cambalache propio de la nueva geopolítica imperial. "Ukrania es tuya, pero este continente es mío". Más allá de los soundbites para gayola, Rusia abandonará a Venezuela.
Por ende, resulta casi esperable la respuesta desde Caracas, en la que el discípulo de Hugo Chávez anuncia el despliegue un ejército de 4.5 millones de venezolanos dispuestos a dar la vida por su patria (por él). Es el reinicio de una historia con raíces centenarias.
Ahora que el gobierno de Donald Trump ha bautizado a los narcotraficantes como "terroristas", Nicolás Maduro es señalado como el capo mayor del Cartel De Los Soles, una tenebrosa red criminal que igual trafica personas que fentanilo, minerales raros y, sobre todo, mantiene relaciones de complicidad con los regímenes parias de Irán, Yemen, Corea del Norte y, Rusia.
Que Estados Unidos invada, mate y persiga a sus enemigos sin mayor preocupación por las leyes internacionales o la mínima congruencia no es novedad. Es larga la lista de personajes impresentables que en la mañana presenta como aliado y por la noche intenta eliminar: José Stalin, Saddam Hussein, Osama Bin Laden, Oscar Antonio Noriega, por citar solamente a algunos.
Los antecedentes del pragmatismo de la política exterior de Estados Unidos son de no creerse. Sus largos romances con dictadores que se ocupaban de exterminar guerrillas izquierdistas; sus burdos arreglos con grandes narcotraficantes de Colombia o Afganistán; el largo rosario de operaciones militares y diplomáticas encaminadas a derrocar gobiernos legítimos, constituyen buena parte de lo que históricamente ha significado aquello de "America para los Americanos".
Sin embargo, en el caso de Venezuela 2025, la suerte parece estar echada. Si apenas hace unos años gritaban contra el coronel Chávez mientras, por lo bajo, le compraban petróleo por abajo del precio del mercado para abastecer las gasolineras de Harlem y otras clientelas políticas, eso se acabó. Si por años miran para otro lado mientras las FARC de Colombia eran socios del Cartel de Tijuana en la exportación de cocaína a su país, eso se acabó.
Todo indica que las evidencias sobre las actividades delincuenciales del régimen venezolano son abrumadoras. Salvo un puñado de funcionarios incrustados en "gobiernos amigos", algunos activistas profesionales disfrazados de intelectuales o periodistas y los mercenarios de siempre, nadie meterá las manos al fuego por Maduro.
Pero de ahí a que se aplauda una nueva aventura golpista de Estados Unidos en América Latina hay un buen trecho. En este caso no hay espacio para el clásico cuento maniqueo; en ambos bandos sobra la infamia.
Como en nuestro caso, el circo en torno al Mayo Zambada, no hay a quién irle. Ni a quienes buscarán esconderse detrás de la bandera luego de medio siglo de corrupción e indolencia, ni a quienes usarán esa realidad como una excusa intervencionista.
"Pobre México, tan lejos de dios...", dicen que decía Porfirio Díaz. Hoy que la vecindad con el imperio representa una pesada cruz, lo que viene para Venezuela, hace más que obvio el remate de este texto: "cuando veas las barbas de tu vecino cortar...".