Desde hace más de cinco años no hay mes en el que no se aborde el tema del desabasto de medicamentos o insumos en los hospitales del sector Salud de México.
Una de las primeras medidas de López Obrador cuando asumió la presidencia en 2018 fue cancelar el sistema de compras de medicamentos acusando que había corrupción, venta a sobreprecio, robos y un sinfín de irregularidades que no se demostraron, pero que sí generó un desabasto gradual y creciente hasta ahora.
La defensa desde entonces ha sido que se estaba transformando el sistema de Salud, porque íbamos a gozar pronto de un esquema sanitario “como el de Dinamarca”, uno de los países más desarrollados. Desde el principio hubo voces de alerta de algunos operadores del sistema de salud, de familias de pacientes y al poco tiempo hasta pronunciamientos formales por parte de ex secretarios de Salud de México que alertaron que el sistema iba empeorando a pasos acelerados.
En contra de esas voces surgieron hordas de seguidores del régimen que los lincharon digital y mediáticamente, que los acusaron de traidores a la patria, porque querían que “México fracasara para recuperar sus privilegios”, que iba a ser un éxito el Insabi -que fracasó- y que ahora lo va a ser el IMSS-Bienestar.
Lamentablemente en las últimas semanas han estallado como bombas dos casos en los que las víctimas son personajes que defendieron al gobierno morenista en temas de salud.
El primero fue el del comunicador Martín Arellano Solorio quien al sufrir un principio de infarto pidió por redes sociales el apoyo de la presidenta y del director general del IMSS y tras más de 10 horas de esperar atención médica adecuada del IMSS en Sinaloa, murió presuntamente en un pasillo de hospital.
Ahora es el caso del diputado Manuel Espino, viejo político que se volvió obradorista hace apenas unos años y quien ante un reciente evento cerebro-vascular fue internado en un hospital privado y, por voz de morenistas se sabe que su familia no tiene recursos para costear el largo tratamiento. Unos diputados federales le harán una colecta.
Esperando su pronta y total recuperación, queda claro que la Dinamarca esperada no llegó ni para seguidores distantes ni para los defensores cercanos, y al pueblo, pues… _
