La supuesta tregua de 90 días que le dio Estados Unidos de gracia le está costando bastante al gobierno de Sheinbaum.
Desde que se conoció la gracia –que no acuerdo– concedido por la administración estadounidense para prorrogar tres meses los aranceles a productos mexicanos advertimos que no sería gratis a pesar de que el gobierno mexicano se empeñó en aparentar que el plazo se había logrado por pura diplomacia.
El tiempo desnudó la mentira.
En la primera semana tras la supuesta “tregua” Sheinbaum sacó al obradorista Pablo Gómez de la Unidad de Inteligencia Financiera para poner a un policía de carrera y altamente calificado mientras que la Fiscalía de Estados Unidos avisó que no pediría la pena de muerte ni para Ismael “El Mayo” Zambada, Rafael Caro Quintero ni para Vicente Carrillo Fuentes a quienes tiene presos.
Y el pasado fin de semana se conoció la orden ejecutiva que Donald Trump firmó en privado y dirigida al Pentágono para que utilice toda la fuerza militar del gobierno estadounidense en contra de los cárteles latinoamericanos de la droga a los cuales la administración trumpista los catalogó como organizaciones terroristas que ponen en riesgo la seguridad y la salud pública en la Unión Americana.
La orden ejecutiva tenía una dedicatoria más que evidente para México que muy pronto fue confirmada: no pasó ni una semana para que un dron espía no tripulado de Estados Unidos sobrevolara el territorio nacional para dar varias vueltas en círculos sobre el Estado de México.
También, sin precisar su situación jurídica, en esta semana el gobierno de México entregó a la administración Trump otro grupo de líderes narcotraficantes solicitados por las cortes estadounidenses y anunció aranceles para las importaciones de calzado asiático.
Y si a alguien le quedaban dudas o no quería ver lo evidente, fue el propio Trump quien sin embajes declaró el jueves pasado que el gobierno de Claudia Sheinbaum “hace lo que nosotros le decimos”. No faltaba que lo dijera, ya lo sabíamos, pero nunca antes en la historia moderna había existido este nivel de descaro y sumisión…perdón, de honestidad y colaboración forzada.
Algo muy grave les saben para que los hagan como quieren.