Política

Las reglas del futbol

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

En Inglaterra, a principios del siglo XIX, los juegos de pelota eran practicados de manera regular en las llamadas public schools, donde se educaba la aristocracia del país. Las reglas eran informales, difusas y cambiantes, aunque hacia mitad del siglo las principales escuelas optaron por transcribirlas para hacerlas duraderas. Las de mayor renombre, como Eton y Harrow, prohibieron las patadas en la tibia (el hacking, que durante siglos había sido una de las prácticas más comunes en los juegos de pelota de Inglaterra). Esta norma fue refrendada en el reglamento más antiguo en materia de futbol que conocemos, escrito en junio de 1862 por un viejo profesor de la escuela de Uppingham: J. C. Thring. La regla tres dice en efecto lo siguiente: “Los golpes con el pie solo pueden (y deben) dirigirse a la pelota”. El juego comenzó a partir de entonces a ser civilizado. Más tarde, en octubre de 1863, las universidades de Oxford y Cambridge, las más antiguas del país, acordaron lo que conocemos como el Reglamento de Cambridge, en el que participaron también algunas de las escuelas más prestigiosas de Inglaterra, como Winchester, Harrow y Eton (que propuso el número de 11 jugadores por equipo).

El Reglamento de Cambridge tenía 14 reglas, que salvo ligeras modificaciones son las que rigen el futbol de hoy. Una de sus reglas era la número 13, que decía así: “La pelota, cuando está en juego, puede ser parada con cualquier parte del cuerpo, pero no se puede coger o golpear con las manos”. Fue una regla muy controvertida, discutida en medio de una tempestad de exclamaciones, pues muchos se inclinaban por mantener el uso de las manos, pero al final aprobada por quienes pensaban que nada tenían que hacer ellas en el futbol. Al año siguiente, la mayoría de las escuelas había adoptado ya, en forma conjunta, estas reglas, con lo que se pudo organizar un torneo a lo largo del país. Los jugadores parecían presidiarios: vestidos con trajes de rayas negras y blancas, y con gorros y medias que les llegaban hasta los muslos. Solo una escuela, Rugby, no aceptó formar parte del acuerdo, por no querer renunciar al uso de las manos. A partir de entonces, las trayectorias del football y del rugby tomaron direcciones totalmente distintas.

El Reglamento de Cambridge sirvió de base para formar la Asociación Británica de Futbol y, más tarde, el Consejo Internacional, creado en Mánchester en diciembre de 1882. Ya para entonces estaban escritas las reglas más importantes del juego. “En 1865 se introdujo la cuerda como límite superior de la meta. En 1867 se reglamentó el fuera de lugar. En 1871 se reconoció la existencia de un portero por bando y se le facultó para usar las manos, aunque con ciertas restricciones. En 1873 se aceptó el tiro de esquina. En 1874 se introdujo el travesaño de madera y el cambio de campo solo al medio tiempo. En 1881 se crean los árbitros” (El Libro del Futbol, Dempla, México, 1978, vol. II, p. 324). Los árbitros fueron desde entonces personajes esenciales en el juego del futbol. Tenían la obligación de hacer cumplir las reglas, sin las cuales no era posible el juego. Nadie iba al estadio a ver al árbitro, en efecto, pero, sin él, el juego era imposible.

Carlos Tello Díaz

Investigador de la UNAM (Cialc)

[email protected]

Google news logo
Síguenos en
Carlos Tello Díaz
  • Carlos Tello Díaz
  • Narrador, ensayista y cronista. Estudió Filosofía y Letras en el Balliol College de la Universidad de Oxford, y Relaciones Internacionales en el Trinity College de la Universidad de Cambridge. Ha sido investigador y profesor en las universidades de Cambridge (1998), Harvard (2000) y La Sorbona. Obtuvo el Egerton Prize 1979 y la Medalla Alonso de León al Mérito Histórico. Premio Mazatlán de Literatura 2016 por Porfirio Díaz, su vida y su tiempo / Escribe todos los miércoles jueves su columna Carta de viaje
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.