Cultura

Sin propina

Desde la mesa ocho se levanta la mano de un caballero que, con el gesto tradicional, pide la cuenta. Minerva, quién tiene asignado el servicio de esa zona, presurosamente asiente con la cabeza ante tal gesto y se dirige a pedir la cuenta a la caja. Minutos más tarde se acerca a la mesa ocho y entrega la nota de remisión, dentro de un porta cuentas, con el costo de los platillos y las bebidas. Aquel caballero, después de revisar los números, consulta con Minerva el cargo por el servicio, también conocido como propina, a lo que la amable mesera le responde: Ya no es necesario, y tampoco es voluntario, muchas gracias.

El servicio de alimentos y bebidas es, como muchas otras profesiones, una de las más nobles, ya que su función es proveer no solo de nutrientes a sus clientes, sino, además, brindarles una exploración sensorial, a través de preparaciones y combinaciones determinadas. Sin embargo, es bien conocido que las condiciones laborales y salariales en este tipo de establecimientos no siempre son las mejores. En ocasiones el cumplimiento de jornadas extenuantes, no contar con servicio médico de ley o condiciones mínimas de seguridad, acaba mermando tanto la salud física como mental.

Desde hace varios años, en este espacio, se ha tratado el tema de, por ejemplo, la seguridad social o la protección al empleo, principalmente en momentos como la crisis de influencia de 2015 y la pandemia del covid-19. En aquellos momentos se mencionó que la estabilidad laboral era mínima, lo que ponía en riesgo a las cocineras y cocineros, quienes, con tal de no perder sus empleos, fueron capaces de exponerse a sí mismos, y a sus familias, a ambos virus, con resultados poco favorables.

Ahora parece ser que se tiene la oportunidad de ser gratificados. En días pasados la Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley Federal del Trabajo, específicamente en los artículos 90, 344, 346, 347, 348 y 350, con lo que se garantiza un salario justo y todos los beneficios del artículo 123 constitucional. Estas reformas aplicarán a restaurantes, gasolineras, hoteles y estacionamientos.

Desde una perspectiva negativa se podrá pensar que ahora serán los consumidores quienes tendrán, o tendremos, que solventar esos incrementos, ya que seguramente el precio de alimentos o servicios de estacionamientos incrementará. Pero, en favor de las trabajadoras y trabajadores, esto representará una dignificación de su trabajo y su profesión, pues, en muchos casos, todos aquellos manjares que presentan a los clientes, resultan inalcanzables para los cocineros y cocineras, quienes se conforman con tener unos minutos, dentro de su horario laboral, para sentarse en alguna esquina de la cocina y tomar un poco de la comida de personal, la cual, según algunas historias de terror, está conformada por ingredientes de baja calidad, sobre refrigerados o, en el peor de los casos, echados a perder.


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Benjamín Ramírez
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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