Cultura

Cocina tradicional

Pareciera que fue ayer cuando Cristina leyó la noticia. Desde su interior pudo sentir cómo la alegría invadía su ser, por fin, un elemento indiscutible de la cultura mexicana, la comida, tendría un reconocimiento internacional. En los primeros años la celebración fue interminable, desde los noticieros, así como los intelectuales y la academia, por fin voltearon a las cocinas tradicionales y populares. Las escuelas de gastronomía encausaron eventos, muestras gastronómicas y congresos, con la intención de revalorar y darle difusión a platillos como los tamales, los moles, los pozoles, entre otros. Pero, como dice la canción, después de once años aquí todo sigue igual.

El pasado 16 de noviembre se conmemoró el onceavo aniversario desde que se declarara, a la Cocina Mexicana, como Patrimonio cultural e inmaterial de la UNESCO. Pero, hagamos un poco de memoria. Corría el año de 2004, cuando un grupo de académicos e investigadores, de la mano de Conaculta, presentaron ante la UNESCO el expediente “Pueblo de maíz, la cocina ancestral de México”, en el que se pretendía dar el reconocimiento al maíz y su interacción alimentaria, agrícola y cultural. Sin embargo, esta fue rechazada, bajo el argumento de que era una propuesta muy general; por lo tanto, era muy ambiguo el alcance de esta.

Tal cual lo dice el economista e historiador mexicano, José Iturriaga, de manera extraoficial se sabría, años más tarde, que el rechazo fue porque la propia UNESCO carecía de herramientas para analizar dichas propuestas, ya que era francamente innovadora. Por tal motivo, en 2006, entra en vigor la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Intangible. Tres años más tarde, ahora bajo una nueva perspectiva, el INAH y el Conservatorio de la Cocina Mexicana (una ONG), presentan ante la UNESCO, a finales de 2009, un nuevo expediente bajo el título “La Cocina Tradicional Mexicana: cultura comunitaria, ancestral y viva. El Paradigma de Michoacán”. Al año siguiente, en la asamblea realizada en Nairobi, Kenia, se da el anhelado nombramiento.

Un hecho irrefutable es que a partir de ese momento la Gastronomía Mexicana toma puestos internacionales, además de recibir dicho nombramiento antes que la propia cocina francesa, la cual lo recibió en 2012. Sin embargo, la balanza se inclinó al mundo de los restaurantes y los chefs, años más tarde los reflectores enfocarían a las cocineras tradicionales, pero, lamentablemente, muchas terminaron solo como piezas de exhibición, y no como impulso para ellas y sus comunidades. Así han transcurrido once años, donde antropólogos, historiadores, sociólogos, economistas y algunos cuantos gastrónomos, han dedicado tiempo en la investigación gastronómica sin fines de lucro.

Benjamín Ramírez

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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