Cultura

La palma y la dictadura

La ganadora es: ¡una palma en un macetero! Los jueces de la Bienal Nacional de Artes 2025 de República Dominicana decidieron que el arte ya no necesita obras, es más, que el arte mismo debería ser eliminado de las bienales de arte. La palma que ignora tales honores tiene un concepto que, según el artista, la convierte en arte: es una protesta porque hace décadas el dictador Rafael Leónidas Trujillo impuso las palmas como la decoración oficial. Todas las palmas son inocentes de esta decisión y no tienen responsabilidad alguna. La paradoja es que los jurados cometieron el mismo acto de autoritarismo que el dictador Trujillo, si para él eran la decoración oficial, para los jueces es una obra de arte.

Con esa decisión los jurados son dictadores e imponen el pensamiento mágico como ley estética: todo objeto que ingrese a su territorio o isla museográfica se convierte en arte porque ellos así lo deciden. Trujillo habría aplaudido el despotismo, aplomo y don de mando de los jueces. El premiado artista es creador por influjo de la superstición. La fe transforma algo en lo que no es, basta pensarlo, no hacer arte, no dominar una disciplina, el camino es seguir la ideología del poder que impone su visión sobre la realidad: la palma ahí en su macetero lo convierte a él en artista.

Los jueces pensarán que son modernos, que esa palma representa “nuevas expresiones artísticas”, nada es nuevo aquí, ni las palmas, ni el ready made, ni las dictaduras. Más de 100 años negando a la realidad, sin llamar a las cosas por su nombre, con el arbitrario mandato de que las palabras de un “concepto” son suficientes para que un objeto deje de ser lo que es. El autoritarismo del arte contemporáneo ha durado demasiado gracias a la sumisión de las instituciones y a los dictadores, que voluntariamente, desde sus lugares de poder imponen esta ideología.

La palma ya no es palma, es una escultura, los jueces no vieron la palma, leyeron su concepto, es más que suficiente. Premiaron al texto. ¿Y si el texto fuera diferente? ¿La palma sería menos artística? O si la palma fuera de cartón o invisible ¿Habría ganado con ese concepto? Me imagino las dudas filosóficas que los jueces tendrían que resolver ante una palma invisible, ¿es demasiado alta? ¿no es muy verde? Las dictaduras se caracterizan por el culto a la personalidad, aquí la que brilla es la personalidad de los jueces, que hicieron a un lado al arte, desdeñaron otras obras y decidieron que la palma podría ser escultura, arte y ganadora.

La palma no es arte, y el artista no es artista. Los jueces saben que el arte se hace, no es el señalamiento autoritario sobre cualquier objeto. El arte es creación, imaginación, belleza y maestría. El arte no debe parecer moderno, debe ser eterno. Señores del jurado repitieron ad nauseum la misma barata y cómoda decisión que hemos visto durante décadas. Trujillo se quedó corto ante ustedes, él la dejo en decorado, ustedes la elevaron al rango de arte.


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Avelina Lésper
  • Avelina Lésper
  • Es crítica de arte. Su canal de YouTube es Avelina Lésper
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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