“Hijos del maíz”, “esta maiceado”, “no hay ni maiz” (sin acento) son algunas de las expresiones que de manera coloquial utilizamos los mexicanos vinculándolo al ancestral cereal que forma parte de nuestra cultura y dieta, con diversos significados que asociamos a conductas o circunstancias de la vida.
El maíz, en sus múltiples presentaciones, forma parte de la gastronomía que define nuestra identidad; es también expresión de nuestra cultura y representa una importante fuente de ingresos para diferentes niveles sociales considerando las más de 600 formas diferentes en que se prepara para la alimentación, la ganadería la industria, etcétera.
No cabe duda somos hijos del maíz, ahora sí con acento ¿qué haríamos sin él? Los tacos, quesadillas, tamales, pozole, etcétera, no existirían sin este importante grano.
Esta gramínea es también el acompañamiento y sustrato para nutritivos complementos como las frutas y verduras que en nuestro megadiverso país se producen.
Desde su domesticación, que según registros fue hace más de 10 mil años, ha sido hasta nuestros días parte de diversos escenarios. Sin embargo, en fechas recientes el maíz se aleja de la dieta de las nuevas generaciones y empieza a ser sustituido por la comida chatarra, que por su sabor, textura y color resulta muy atractivo y a veces irresistible para las jóvenes generaciones
Lamentablemente también se aleja la cantidad de verduras que lo acompañan así como otros alimentos entre ellos las frutas, ya que el azúcar que contienen no compite con las altas concentraciones que tienen, entre otros, los refrescos. Como muestra, una lata de 330 mililitros que contiene 35 gramos de azúcar, cuando lo indicado por la OMS son 25 gramos diarios.
En relación con la comida, un plato saludable tiene 700 calorías mientras que uno de comida chatarra hasta mil 500 calorías. Si consideramos que el consumo diario para un adolescente entre 12 y 14 años debería ser de 2 mil 50 calorías, encontramos una explicación al poco honroso primer lugar que nuestro país ocupa en obesidad infantil.
En días pasados, en el marco del Día Nacional del Maíz, se consideró que la mejor manera de festejarlo, pero todo el año, es retomando su protagonismo en nuestra dieta en guisos cotidianos y con su saludable acompañamiento de verdura.
Finalmente una tortilla tiene 52 calorías y, con medida, podemos lograr que las nuevas generaciones sean de la mejor forma nuevamente Hijos del Maíz
Arlette LópezFES Iztacala, UNAM