Cultura

Better Man

  • La pantalla del siglo
  • Better Man
  • Annemarie Meier

La película Better Man. La historia de Robbie Williams de Michael Gracey destaca entre los biopics de personajes del ámbito de la música pop por la energía, creatividad y originalidad con la que sigue el desarrollo personal y musical del cantante, compositor y actor británico Robbie Williams. Al utilizar de manera convincente un efecto de alienación que muestra al pop star como un simio, el filme crea distancia y convierte al protagonista en alegoría de un humano que juega a ser primate frente a los demás. Mediante la técnica de Motion capture de un actor niño y otro adulto (Jonno Davies), los ojos verde - azul transparentes de Robbie Wiiliams y su voz en off, el filme despierta y capta la empatía y comprensión por un personaje obsesionado por llamar la atención y ser aplaudido por su padre, el entorno y el público.

El inicio de Better Man recuerda el cuento Informe para una academia de Franz Kafka publicado en 1917. En el texto, adaptado con frecuencia a monólogo por actores de teatro, Kafka formula el discurso de un primate que fue invitado por una academia de profesores de compartirles el proceso de convertirse en ser humano. “¡Queridos señores de la academia!”, empieza diciendo el primate Rotpeter. “Ustedes me conceden el honor de entregar un informe sobre mi vida anterior como simio”. Después de acentuar que en este galope lo acompañaron humanos sobresalientes, consejos, aplausos y orquestación, Rotpeter confiesa que, a pesar de ello, siempre estuvo solo. Kafka narra el proceso de asimilación forzada como sátira pedagógica.

También Better Man. La historia de Robbie Williams, producción británica dirigida por el artista visual y audiovisual Michael Gracey, el protagonista se presenta al espectador en primera persona. Lo hace sobre la pantalla negra con música pop y la voz en off de Robbie Williams que dice “Buenas noches, gente. ¿Entonces, quién es Robbie Williams? Me han dado muchos nombres: narcisista, puñetero, imbécil arrogante, pero les quiero enseñar cómo me veo realmente a mí mismo, Así que: pónganse cómodos, relájense, mientras yo les doy un maldito entretenimiento. ¡La historia comienza!”. Después de la indicación “1932. Sloke-on Trend”, aparece el rostro de un simio niño que nos mira con sus ojos transparentes. Rodeado por un grupo de chicos y chicas, todos más altos que él, Robbie fanfarronea y asume el rol de portero de fútbol. Obvio que es humillado por sus compañeros con una serie de tiros que lo dejan golpeado y tirado en el piso. Por cierto, la idea de mostrarse como hombre-simio fue del mismo Robbie Williams, nacido en Inglaterra en 1974. Al comentar con Michael Gracey acerca de su carrera de cantante de pop-rock, compositor, actor y agente deportivo, Robbie le confesó que su estrategia para conectar con los demás y el público fue “hacerle al mono” y sorprenderlos con gestos y comentarios retadores.

La película que sigue la carrera de Robbie de manera cronológica, destaca por la original e impactante puesta en cámara y coreografía de las secuencias musicales y el dolor con el que revela las obsesiones y adicciones del protagonista. Las canciones y los duetos con su padre –en especial el de My Way– explican la emoción y el gran entusiasmo que despierta la música pop en el público.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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