Qué bueno que México está tan preocupado por defender a las mujeres, porque el lunes pasado una se sumó a la batalla electoral: Margarita Zavala.
Y a mí no me deja de llamar la atención el enorme contraste entre su comunicación y la del resto de los personajes que aspiran a la Presidencia de la República.
Como usted sabe, la señora Zavala organizó un gran evento para anunciar que consiguió un millón de firmas, estuvo en Despierta con Carlos Loret de Mola y dio varias entrevistas.
¿Cuál fue la constante en todos estos acercamientos con la gente y con los medios?
Algo que yo no he visto en ninguna otra persona: respeto.
Es en serio. En este negocio ya se perdió el respeto. El que no está jugando a defenderse, está buscando la manera de acabar con los demás.
¿Y qué es lo primero que hace Margarita? Darle las gracias a las personas que firmaron para que ella fuera candidata independiente.
Esto es un respeto al público, a la sociedad, un acto de humildad, de reconocimiento.
¿Qué opina la señora cuando le preguntan si va a declinar? Que ella no va a declinar.
¿Se da cuenta? Esto es un acto de respeto a la confianza de quienes se tomaron la molestia de ir más allá y pedir que fuera candidata, un asunto de certeza, de que esto no es un juego.
¿Qué ocurre cuando la interrogan sobre el PRI, sobre Felipe Calderón y lo que ocurrió en el sexenio pasado?
Que Margarita contesta algo que a todos nos consta, que ella siempre ha combatido al PRI, que ella tiene en su familia a sus aliados y que está convencida de que hay que ir contra la delincuencia.
¿Qué es esto? Respeto a ella misma, a su familia, a sus convicciones.
Yo sé que suena extraño, pero este autorrespeto no es muy común en estos días.
Una persona que se respeta a sí misma sí puede respetar a los demás.
¿Qué pasa cuando la prensa le pone buscapiés sobre temas polémicos como los asuntos de diversidad sexual o el aborto?
Algo muy interesante. Margarita Zavala pone en un lado su visión personal y en el otro su responsabilidad como abogada.
¿A dónde quiero llegar? A que esta mujer sabe lo que hace y, lo más importante de todo, respeta la ley.
Si la ley dice que todos tenemos derecho a algo, ella atiende como debe atender. Punto. Y eso me gusta.
Yo prefiero una política que respete la ley ante una que diga una cosa por quedar bien con la opinión pública y que a la hora de los trancazos haga otra.
Para todos los que quieren y aman el conflicto, Margarita viene ruda.
Va con todo contra Andrés Manuel López Obrador, contra José Antonio Meade, contra Ricardo Anaya y contra la desigualdad de oportunidades de los candidatos independientes y los de los partidos políticos.
Si usted quiere frases de color, como lo del “ropavejero”, va a encontrar frases de color.
Si usted quiere acusaciones directas, como lo de Anaya y su traición a los principios del Partido Acción Nacional, las va a encontrar.
Y ni hablemos de sus posiciones respecto a los insultos de Donald Trump o lo de la economía al servicio de las personas.
Ha nacido una candidata completa, una candidata mujer.
Qué bueno que México está tan preocupado por las mujeres y por sus derechos, porque ahora sí aquí podría pasar algo extraordinario. ¿O usted qué opina?
¡atrévase a opinar!