Hoy jueves 18 de septiembre se estrena, en HBO MAX, “Debanhi: ¿Quién mató a nuestra hija?”
Tuve el privilegio de ver completo el material que se va a presentar hoy y, como pocas veces en mi vida, sigo procesando tantas ideas, tantas emociones.
¿Por qué? Porque ésta no es la típica serie sobre un asunto policiaco. Porque éste no es un documental más sobre lo mal que están las cosas en México.
Creo, sin temor a equivocarme, que esta producción de Ricardo Coeto, Francisco Cordero y Verónica Álvarez es un parteaguas en la historia de los documentales en nuestra región.
¿En dónde radica la diferencia? En que nos están contando esta historia a partir del punto de vista de los padres de la víctima, de su dolor, de su indignación, de su impotencia, de su rabia.
Esto hace que uno, como espectador, no sólo se involucre. Hace que uno piense, que uno sienta, que uno se enoje, que uno comprenda, que uno prevenga.
“Debanhi: ¿Quién mató a nuestra hija?” es una propuesta muy, muy, pero muy fuerte. Muy, muy, pero muy dolorosa. Pero muy, muy, muy necesaria.
Definitivamente no podemos hablar de este concepto como lo hemos hecho de “Marcial Maciel: el lobo de Dios”, de “El show: crónica de un asesinato” o de “Las tres muertes de Marisela Escobedo”.
Aquí la nota no es sólo la de la desaparición y muerte de una chica de Nuevo León. Aquí la nota es ella, sí, pero también su mamá, pero también su papá, pero también el resto de su familia, pero también su entorno, pero también México.
Yo sé que muchos de los más grandes expertos en periodismo y cine documental se deben estar haciendo preguntas fundamentales:
¿Qué tan objetivo es contar una historia desde un solo punto de vista? ¿Qué tan válido? ¿Qué tan profesional?
¿No estaremos hablando acaso del negocio de una sola familia? ¿No estaremos revictimizando? ¿No estaremos mal?
Si me permite, desde mi posición como crítico de televisión, como padre de familia y como mexicano, voy a responder:
Antes de confrontar a los padres de Debanhi por a ver tenido el valor de hacer esto, hay que cuestionar a todos los que jalaron agua para sus molinos con la historia de esta muchacha.
No nos hagamos tontas. No nos hagamos tontos. Atacar a Dolores Bazaldúa y a Mario Escobar por haber tomado la decisión de venderle esto en exclusiva a HBO MAX es ver la paja en el ojo ajeno.
¡Ahora resulta que la familia no puede lucrar y que los medios, sí!
Precisamente por eso, este caso se movió como se movió. Precisamente por eso, este caso se “resolvió” como se “resolvió”. ¡Tantita vergüenza, por favor!
Y no, lo que usted y millones de personas en Monterrey, México y todo el mundo van a ver no va a ser sólo un paquete de entrevistas con doña Dolores y don Mario.
Salen muchas, muchísimas fuentes de todo tipo. Y sí, éste es un trabajo profesional, riguroso en fondo y forma.
Y ante la magnitud de los errores que se cometieron, ante las irregularidades mediáticas que padecimos, hacer esto es tan válido o más que todo lo que se ha hecho alrededor de casos como el de Florence Cassez.
¿Revictimización? ¡Cuidado! Ése es un muy “bonito” mecanismo de censura que la corrección política suele poner sobre la mesa cuando le conviene.
Usted y yo sabemos cuándo sí se está revictimizando y cuándo, la competencia, los enemigos y los afectados filtran esta clase de afirmaciones para impedir que las cosas lleguen a donde tienen que llegar.
No sé usted, pero yo estoy harto de documentales tibios. Estoy harto de documentales con gente real que no habla como la gente real. Estoy harto de series documentales que no aportan, que no trascienden.
“Debanhi: ¿Quién mató a nuestra hija?” es exactamente todo lo contrario. Aquí: duro y a la cabeza. Duro y al corazón. Gente real que sí dice lo que dice la gente real.
¿Qué necesitamos para que aporte, para que trascienda? Que usted lo vea, que lo comente, que impida que se pierda en la inmensidad de tantísimos contenidos buenos y malos que tenemos en el mercado.
Y que rueden las cabezas que tengan que rodar. Y que se sepan las cosas que se tengan que saber. ¡Ya basta!
Luche con todas sus fuerzas por ver ya, pero ya, “Debanhi: ¿Quién mató a nuestra hija?” en HBO MAX. Le va a gustar. De veras que sí.