Cultura

La necedad de ver todo en blanco y negro

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Hubo un tiempo, reciente, en que Ciudad de México iba a la vanguardia. Se hablaba del derecho de la mujer a decidir, del uso recreativo de la mariguana, de una vida nocturna con oferta múltiple y variopinta, con controles modernos sobre sanciones a conductores alcoholizados, con una incipiente cultura de ciclovías, multitud de conciertos de las principales figuras de la música y el espectáculo, estrenos simultáneos con Hollywood de películas y ferias del libro, libertades ilimitadas para la manifestación. En resumen, la ciudad más chingona del Tercer Mundo.

Mucho tuvo que ver la transición política, con la llegada de Cuauhtémoc Cárdenas a la Jefatura de Gobierno en 1997, después de décadas en que el entonces DF era un apéndice de la autoridad en Palacio Nacional. Óscar Espinosa fue el último regente y acabó perseguido por la justicia en una época en que sanguinarias bandas de secuestradores, como la de El Mochaorejas y los Caletri, asolaban la capital con incontables células de imitadores en moto que pusieron en auge, también, el plagio exprés.

Desde aquel 1997 la ciudad se pintó primero de amarillo y después de guinda o del color que sea el que hoy representa a Morena. Tradicionalmente el PAN solo aspiraba a conservar las entonces delegaciones Benito Juárez y Miguel Hidalgo, mientras que el PRI no tenía, no tiene, problemas con mantener su reino en Cuajimalpa. Sin embargo, el domingo la ciudad se fracturó justo por la mitad.

La obcecación por dividir al mundo entre los buenos y los malos

¿Cómo pudo un partido arrasar en medio país y perder a un tiempo más de la mitad de la capital que gobierna? Los sociólogos tendrán una respuesta que tomará tiempo, pero eso de las clases sociales y las carencias y los niveles está lejos de ser una luz para entender el fenómeno. El Cuernito y el Olivar del Conde pertenecen a Álvaro Obregón, San Bernabé a Magdalena Contreras, Tacubaya a Miguel Hidalgo y así pueden desfilar miles de colonias que no pueden ser más ajenas a lo que el Presidente define como “fifís”, “conservadores”, “racistas”, “ladinos” y más.

Deben ser muchas las razones que expliquen el voto que partió la ciudad, pero una es la obcecación por dividir al mundo entre los buenos y los malos, los amigos y los enemigos, en blanco y negro. He ahí uno de sus resultados. _

Alfredo C. Villeda

@acvilleda


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Alfredo Campos Villeda
  • Alfredo Campos Villeda
  • Director de @Notivox Diario. Autor de #Fusilerías y de los libros #SeptiembreLetal y #VariantesdelCrepúsculo. Lector en cuatro lenguas. / Escribe todos los viernes su columna Fusilerías
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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