Este es el nombre de una reciente aplicación de “Inteligencia Emocional”. Para ser más específicos, se trata de una nueva Inteligencia Artificial que funciona en WhatsApp, y que fue concebida para ser un “compañero” amigable que puede “entender y responder” adecuadamente a las emociones humanas.
“Siento mentalmente mucha presión”, tecleas a PI y casi de inmediato te responde: “Te entiendo. La presión mental puede ser agotadora. Quiero que sepas que estás en un lugar seguro y puedes desahogarte conmigo sin juicios ni críticas”.
Me enviaron capturas de pantalla de diversos usuarios que le preguntaron a PI cosas cómo: “¿Qué tengo de malo? ¿Por qué él no me escogió a mí?” o “¿Por qué no soy suficiente, aunque doy todo de mí?”, una más, “¿Por qué no puedo sentirme igual que los demás? ¿Será que no soy lo suficientemente bueno?” En todos los casos PI responde con una “gran empatía” tratando de hacer sentir mejor a las personas utilizando expresiones humanísticas y motivacionales.
Frustración, soledad, vergüenza, sufrimiento, tristeza, culpa, temor, amargura, incapacidad, enojo, desesperación, o falta de valía -entre otros sentimientos- son comunes en todo ser humano, por eso PI se ha convertido en una opción para muchas personas, especialmente jóvenes.
¿Sabes? Tenemos una opción infinitamente mejor que una tecnología programada que responde a algoritmos. Dios, el Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible, conoce perfectamente tu vida y no es indiferente a lo que te ocurre: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”, nos garantiza en Jeremías 33.3
Dios nos ofrece su presencia y compañía en nuestro peregrinar en este mundo. Él no abandona ni traiciona; no miente; no manipula; no nos utiliza. Dios nos ama con amor eterno y por eso envió, no un “mensaje motivacional”, sino a su único hijo en nuestro rescate.
El pecado no se resuelve con frases motivacionales, sino con la sangre de Cristo derramada en la cruz. Jesús triunfó ya sobre la tentación, el pecado, Satanás y la muerte. Jesús sufrió el juicio y castigo que merecíamos a fin de salvarnos. Confiadamente puedes pedirle que te perdone y que venga a morar en tu corazón. Él hará por ti y en ti lo que ninguna tecnología podrá jamás hacer. Te ama.