Hoy quiero decirte algo que quizá nadie te ha dicho con esta claridad: los suplementos no son magia.
Nos hemos llenado de anuncios, videos y consejos que prometen que una cápsula lo arregla todo: más energía, dormir mejor, menos inflamación y todo por arte de magia. Y aunque los suplementos pueden ser grandes aliados, ninguno funciona en un cuerpo que no está listo para aprovecharlos.
Hoy quiero ayudarte a entender cómo cambiar esto. Porque, aunque nos encanta creer que una cápsula puede solucionarlo todo, si tus hábitos no acompañan el proceso, no verás resultados, y esos suplementos que compraste solo se van a convertir en botes abandonados en tu alacena o una sobrecarga para tu hígado y riñones. Te comparto algunos ejemplos:
El magnesio no te va a ayudar a ir al baño si no tomas suficiente agua todos los días (aproximadamente 30 ml por cada kilo que pesas).
El GABA y la L-teanina no te ayudarán a dormir si pasas la noche pegado a las redes sociales o si haces ejercicio intenso justo antes de acostarte.
El famoso cardomariano no va a limpiar tu hígado si sigues tomando alcohol y comiendo frito todos los fines de semana.
La vitamina D3 no aumentará tu sistema inmune si no cuidas tus hábitos de higiene, y mucho menos si la tomas en ayunas, pues para ser bien absorbida debe consumirse después de una comida.
Los adaptógenos no eliminan el estrés si no hablas de lo que te duele o si sigues diciendo "sí" cuando en realidad quieres decir "no". Aprende a poner límites.
Y hay más…
El colágeno no te va a servir si no comes frutas con vitamina C, si no hidratas tu piel de forma correcta y si sigues sin usar protector solar.
Los probióticos no van a mejorar tu flora intestinal si mantienes una dieta alta en alimentos ultraprocesados, baja en fibra y pobre en vegetales.
La vitamina B12, conocida por sus beneficios para la salud cognitiva, no va a funcionar si duermes mal, si pasas el día pegado al celular, o si no haces actividades que la potencien como leer, caminar al aire libre, tomar el sol al despertar o conectar con la naturaleza.
Suena fuerte, pero es real. Los suplementos no compensan los malos hábitos. Imagina que quieres construir una casa, pero no tienes cimientos. Eso pasa cuando tomas suplementos sin cuidar tu estilo de vida.
Incluso los suplementos con más respaldo científico funcionan mejor en personas que ya eligen vivir más y mejor, como la creatina que sí ayuda a aumentar la masa muscular solo en personas que sí la trabajan en el gimnasio.
Juega en equipo con tu cuerpo. No intentes tapar con pastillas lo que se resuelve con hábitos. Antes de llenar tu alacena de botes caros, consulta con un profesional de salud, personaliza, conócete y hazte esta pregunta incómoda: ¿Estoy intentando corregir mis hábitos con suplementos? Muchas veces no es que el suplemento no funcione, es que tu cuerpo no tiene las condiciones para que funcione.
La cápsula no es la protagonista de los mejores días de salud que están por venir, el protagonista eres tú. Son tus decisiones diarias las que realmente marcan la diferencia. Deja de buscar fuera lo que se construye desde dentro. El poder de vivir más y mejor siempre ha estado en tus manos.
Si quieres aprender a crear hábitos sostenibles, entender mejor tu cuerpo y encontrar aliados reales para tu bienestar, sígueme en Instagram: @aleponce.healthyagingmx. Estoy aquí para acompañarte a vivir más y mejor.
