El Plan de Fortalecimiento y Expansión de la Red Nacional de Transmisión 2025-2030, con el objetivo de ampliar la cobertura y mejorar la confiabilidad del sistema eléctrico, requerirá de subsidios y apoyos gubernamentales en los siguientes años para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que al mismo tiempo buscará acceso al mercado de capitales para financiar cualquier déficit de recursos.
De acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las inversiones que necesita realizar la CFE para fortalecer las redes eléctricas ocurren en un contexto de finanzas públicas presionadas, que dependen directamente de las utilidades generadas propias y del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).
“El reto del plan no sólo es ejecutar proyectos sino asegurar un financiamiento sostenible para la compañía, explorando esquemas externos de fondeo o la existencia de mayores incentivos que fomenten coinversiones público-privadas, de lo contrario la expansión no será viable”.
El instituto indicó que para realizar esta tarea será necesario que la empresa eléctrica nacional diversifique los mecanismos de financiamiento para la infraestructura de redes eléctricas. “El próximo gobierno puede utilizar instrumentos financieros como los CKD, Cerpi y Fibra E para diversificar las fuentes de financiamiento para proyectos de redes eléctricas”.
El 21 de agosto de 2025, la CFE y la Secretaría de Energía (Sener) presentaron el Plan de Fortalecimiento y Expansión de la Red Nacional de Transmisión 2025-2030, que contempla una inversión de 8 mil 177 millones de dólares para construir 275 nuevas líneas de transmisión, que sumarán más de 6 m il 700 kilómetros de red y 524 subestaciones eléctricas en todo el país.
El IMCO recomendó priorizar proyectos en zonas con rezago y alto potencial renovable, conectándolos con centros productivos y asegurando que la expansión de la red acompañe a los polos de desarrollo mediante planeación técnica basada en la demanda esperada y procesos ágiles de permisos y derechos de vía.
También dijo que se puede retomar el programa de redes eléctricas inteligentes, el cual es capaz de reestructurarse y de recopilar información para conocer cuáles fueron las fallas que se dieron en el sistema y solucionarlas.
“Una red eléctrica inteligente permite gestionar de forma más eficiente los flujos de energía, esto es especialmente relevante en un contexto de incorporación acelerada de energías renovables variables”, dijo.
De esta forma, la expansión de red de transmisión podrá disminuir cuellos de botella críticos y traducirse en un sistema eléctrico más competitivo, confiable y capaz de responder a la creciente demanda energética.
MRA