Internacional
  • Mujeres mexicanas encuentran libertad y seguridad en España

  • Más de 21 mil mexicanas han migrado al país europeo con la intención de estudiar, trabajar y buscar la seguridad de vivir más tranquilas.
Georgina Rubio llevó el folclore mexicano a España con su voz y sus canciones. | Especial

Para miles de mujeres mexicanas, cruzar el Atlántico no responde principalmente a una necesidad económica, sino al anhelo de habitar en un espacio donde la sombra del miedo no delimite su vida y puedan ser ellas mismas.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística del país europeo, hasta enero de 2024 habían migrado 36 mil 67 connacionales a España, de los cuales 21 mil 979 son mujeres.

Estas cifras, que ya revelan una comunidad mayoritariamente femenina, no contabilizan a los nacidos en México con pasaporte español. Lo que significa que la población real de origen nacional es mucho más elevada.

Lo que no cambia, de acuerdo con estimaciones consulares, es el porcentaje: por cada 100 mexicanos residentes en España, 61 son del sexo femenino.

Cada una tiene su historia, con un factor común en el comienzo: "Vine a estudiar".

Estudiar, el puente para llegar a España

Edna Laura es asesora política; llegó a España para hacer una maestría especializada en Marketing Político. 

“En México es muy caro estudiar maestrías y doctorados; acá puedes pagarte la maestría y la estancia con el mismo dinero que te costaría solo la escuela allá”, afirma.

Salió de Monterrey con una maleta llena de cargas. Aterrizó en Barcelona y en pocos días “me di cuenta que existen culturas donde te puedes desarrollar de una manera más natural, sin cumplir ciertos estándares sociales por obligación”.

Edna dejó su casa con casi 30 años cumplidos, “era como una solterona. En España, los de 30 son unos ‘chavales’, unos jóvenes. En cambio, en México, si no tienes ya un plan de vida establecido estás fuera del círculo, del orden social”. Es por ello que migrar “lo llamo libertad”.

“Me identifico más con la mentalidad española, sobre todo con cómo piensan las mujeres”, comenta Anai Ibarra, arquitecta y fotógrafa.

Creció en Ciudad Satélite, en el Estado de México. Acabó sus estudios y decidió hacer un máster en España. Barcelona le regaló una comunidad multicultural que la enamoró, tanto que decidió quedarse.

“Encuentro que tienen más valores a nivel social y las mujeres son más independientes; dicen lo que piensan. Encuentro más igualdad entre hombres y mujeres comparado con México”, explica.

Barcelona: caminar de noche

Para Jimena Farfán fue algo natural, algo que tenía que hacer algún día de su vida. 

“Vengo de una familia de migrantes, por lo que pensar en vivir un tiempo en otro país no era una idea tan osada ni descabellada”.

La ahora directora de comunicación en una agencia de talento se estableció en la Ciudad Condal con la idea de estudiar. 

“Cuando terminé el máster, ya estaba enamorada de la ciudad, por lo que decidí quedarme”. 

Hizo un doctorado y después comenzó a abrirse camino en el ámbito profesional.

“Lo que me atrajo de Barcelona fue su estilo de vida, su oferta cultural, la playa y la posibilidad de conocer gente de distintas culturas y países”, acota Jimena, nacida en Cuernavaca, Morelos. “Otro aspecto que me sedujo fue la libertad que, como mujer, tenía para moverme, vestirme, caminar sola por la noche y no depender de nadie, ni sentir miedo”.

​Sentimiento que comparte Pilar Suárez. La periodista, y ahora profesora en la Universidad Pompeu Fabra, decidió migrar “porque ya me habían secuestrado en México hace muchísimos años y siempre pensé que lo mejor era salirme. En Cancún, ya algunas cosas se habían empezado a poner complicadas”, revela. 

Sin pensarlo más, y aprovechando que tenía los recursos económicos, tomó su pasaporte español y viajó a la capital catalana, donde encontró “seguridad, el poder salir sola prácticamente a cualquier lugar y a cualquier hora sin miedo”.

Mientras que, por el lado profesional, “he tenido muchas más oportunidades: he podido trabajar en las dos agencias de noticias más importantes del mundo; he podido sacarme un título de entrenadora de futbol; hice un máster, ahora doctorado” y otros cursos más. No obstante, señala que, “en México, algunas cosas son mucho más fáciles que aquí”.

Pilar Suárez, periodista y profesora mexicana en España
Pilar Suárez, periodista y profesora mexicana en España. | Especial

Georgina Rubio se ha convertido en una de las embajadoras de México en el mundo. Con su voz, sus coloridos trajes de charro y su alegría en los escenarios, conquistó al público europeo, aunque no emigró con ese fin.

Quería conocer Europa, no de tour, sino en profundidad, así que en 2003 “busqué un máster como pretexto para estar, por lo menos, un año”, pero nunca regresó a México.

“España me dio la libertad social”. 

La Coquis, como le dicen sus amigos, es de la Ciudad de México y nació en una familia ligada a la industria musical.

“La libertad de ser quién eres: Georgina, ya ni ‘la hija de’ o ‘la prima de’. O sea, todos estos condicionantes sociales de México que a veces te encierran en un clóset”, se sincera.
“Por otro lado, la seguridad. Me costó muchos años quitarme el miedo de no salir por la noche sola e ir mirando siempre por detrás que nadie me viniera siguiendo”.
Georgina Rubio
Georgina Rubio se ha dedicado a ser mariachi en el país europeo. | Especial

Hoy ya solo mira hacia atrás para recordar los momentos en los que ha llevado felicidad con su música a los compatriotas que están fuera de casa, como a Isabel García, que celebró su boda en Cataluña con mariachi, como buena tapatía que es.

Chabe tiene doble nacionalidad. Antes de migrar definitivamente ya había estudiado en el extranjero, por lo que tenía claro que viviría en Europa.

“En México los sueldos son bajos y las condiciones laborales son terribles; casi no tienes vacaciones y tema de horarios…”, nos explica. “También la inseguridad y la mentalidad cerrada de la gente” fueron factores para no querer vivir en Guadalajara, así que hizo las maletas y se mudó a Barcelona.
EL DATO

Mexicanos en España

En los últimos años se incrementó la llegada de mexicanos a España. Las comunidades autónomas con más connacionales, según el censo anual de población del INE, son Madrid, con 11 mil 88, seguida de Cataluña, con ocho mil 725, y Andalucía, con tres mil 719.

La nayarita Martha Cea llegó en estos últimos años por cuestiones sentimentales. Se mudó de Barcelona a Madrid, donde notó la gran presencia de mujeres en diferentes ámbitos.

“No me voy a meter en (controversias de) política, pero la situación que se vive actualmente en el país a veces hace tomar este tipo de decisiones. Tú le preguntas a un mexicano por qué está aquí y bueno: ‘Es que quiero que mis hijos puedan pasear tranquilamente’ o ‘No tienes que pagar seguridad privada, pueden ir solos a un bar o a clases’. Yo creo que es un factor importante”, manifiesta.

Plenas y presumiendo a México

Al final, todas ellas han encontrado paz y estabilidad en tierras españolas. 

“Tienes un índice de violencia mucho menor y mucha seguridad, que es lo que hoy en día busca el mexicano”, expresa Edna Laura. "Yo creo que lo que hemos visto a lo largo de muchos años —el caso más sonado empezó en Ciudad Juárez—, han sido los asesinatos de mujeres.
“Me atrevería a pensar que el tema de la seguridad ha sido algo muy importante para que las mujeres tomen esas decisiones”, sostiene Pilar.

Por su parte, Anai cree que no solo es eso, sino que “buscan más a nivel profesional y personal. España, dentro de todo, tiene un buen nivel de vida”.

Edna recuerda una frase que algún día le dijeron: “Tú tienes dos cumpleaños: la fecha en que naciste y la fecha en que migraste”.

Y así es para todas ellas: renacieron en el Mediterráneo sin soltar sus raíces. Georgina, con su música y ese folklore que le pone a uno la piel de gallina cada vez que la escucha cantar con su mariachi; Isabel, con su jardín lleno de plantas de chiles; o Jimena con sus coloridos portavasos de luchadores aunque descorche el mejor vino español.

Porque, a pesar de todo, presumen México cada que pueden, lo nombran todas las veces que sea necesario, y lo hacen para bien.

Ya lo decía la escritora mexicana Ana Luisa Islas en su libro Mejor oler a Mar:

“No es fácil migrar. Se deja atrás un pedazo muy grande de uno: familia, amigos, sobrinos, barrios, casas, sabores. Y lo vuelves a intentar una vez más ¿Por qué volvemos a intentarlo? Porque vale la pena. Porque hay algo mejor y queremos atestiguarlo. Por eso cruzamos desiertos y océanos, ríos y montañas: para sobrevivir”.

EHR

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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