Los agentes descubrieron que el plan se estaba fraguando en los celulares de un grupo de personas en California, desde donde estaban instigando a miles de seguidores a cometer dos asesinatos “de alto valor”: iban contra un juez federal, que había fallado a favor en un caso de inmigración y contra un senador a quien consideraban un “invasor”.
Era el 2022 y no se ocultaban. El ataque se estaba planeando a través de la red de canales del servicio de mensajería Telegram. “Actúa ahora”, “Haz tu parte”, “Recuerda que el cambio comienza contigo. Nadie vendrá a salvarnos”, escribían constantemente.
¿Cómo empezó el grupo?
Documentos judiciales en California a los que tuvo acceso Notivox revelan que las autoridades descubrieron que quienes estaban instigando a cometer los asesinatos eran dos ciudadanos estadunidenses llamados Matthew Robert Allison y Dallas Humber, una mujer originaria de California.
Lo hicieron a través de grupos en Telegram, en los que circulaba propaganda extremista neonazi. Se hacían llamar “Terrorgram”. Aquí los líderes difundían el mensaje de que la “raza blanca” era superior y solo la violencia y el terrorismo podían acelerar el colapso del gobierno para dar paso a un estado blanco.
La estrategia de propaganda de Humber y Allison incluyó la creación de manuales de propaganda como la llamada Enciclopedia de los Santos, en la que invitaban a los jóvenes a convertirse en “santos”, una especie de mártires que debían cometer atentados en nombre del movimiento.
Y así lo hicieron: Desde sus propios celulares en California, en los que tenían un verdadero cuartel digital de propaganda, Humber y Allison incitaron a cientos de usuarios a cometer crímenes en distintos países.
El 13 de enero de 2025, el Departamento de Estado de Estados Unidos designó oficialmente a The Terrorgram Collective como Organización Terrorista Global (SDGT, por sus siglas en inglés). Desde ese día finalmente comenzó a ser una amenaza transnacional que ha derivado en sanciones financieras contra la red y sus dirigentes. Aún están prófugos tres cabecillas.
El colectivo de supremacistas blancos se atribuye atentados y asesinatos en Eslovaquia, Brasil, Francia, Turquía y Estados Unidos.

Los orígenes del Panteón de Santos
Aunque las autoridades no han revelado la fecha exacta del nacimiento del grupo, las áreas de inteligencia de varios países han señalado que los primeros antecedentes podrían ubicarse en 2010. Por ese entonces no le llamaban Terrorgram, y era más bien un espacio de foros neonazis y grupos de ultraderecha.
Según diversas publicaciones hemerográficas, sería hasta 2019 cuando estos grupos comenzaron a buscar refugio en plataformas sociales menos vigiladas.
Serían dos extremistas llamados Pavol Beňadik y Althorpe Matthew quienes comenzaron a activar estos chats por Telegram y quienes lo habrían bautizado como Terrorgram. Fue desde estos primeros chats que empezaron a llamarle “santos” a los candidatos a cometer un ataque terrorista en nombre de la supremacía blanca.
“Este libro está dedicado a nuestro siempre creciente Panteón de Santos; a los Hombres y Mujeres Blancos de Acción que hicieron posible este libro; y a los Santos del mañana que lo leen hoy. Que nuestras palabras y alabanzas, y los gloriosos hechos de sus predecesores, fortalezcan su resolución y los guíen en su camino hacia la Victoria”, decían los fundadores en los chats.
Documentos judiciales en California a los que tuvo acceso Notivox revelan que ese mismo año se unirían nuevos liderazgos desde Estados Unidos, entre los que se encontraban Dallas Humber, de apenas 30 años, y su cómplice Matthew Robert Allison, de 33 años de edad.
Ese mismo año comenzaron a crear y difundir materiales para los grupos de Estados Unidos y Latinoamérica; una especie de manuales al que llamaron The Hard Reset, White Terror y The List. A través de estos se alentaba a asesinar a sus supuestos enemigos “raciales”: inmigrantes, judíos y afroamericanos.
The Hard Reset fue uno de los textos más notorios: era un manifiesto digital distribuido en las redes de Terrorgram que funcionaba como guía ideológica y operativa para sus seguidores.
Su propósito era articular la visión aceleracionista de la ultraderecha: “reiniciar” el sistema político y social mediante una guerra racial y el colapso de las instituciones democráticas.
Otro de los productos de propaganda fue el documental Terror Blanco, de solo 24 minutos, producido y narrado por Humber junto a Allison. La pieza exaltaba 105 atentados cometidos por supremacistas blancos entre 1968 y 2021, presentándolos como parte de un legado de lucha racial.
Con imágenes y videos explícitos, el documental glorificaba a los responsables de esos actos violentos como “santos” de una causa mayor y exhortaba a los espectadores a seguir su ejemplo.

Como si esto fuera poco, las autoridades de Estados Unidos revelaron que lo más alarmante fue la creación de La Lista, un archivo digital de objetivos de “alto valor” que debían ser asesinados. Esta incluía nombres, direcciones, fotografías e imágenes de las residencias de senadores, jueces, fiscales, líderes comunitarios y empresarios.
La escuela de formación y los atentados
Los manuales de operación escritos desde California, inspiraron a una generación de jóvenes que se convirtieron en terroristas armados entre 2022 y 2024.
Uno de ellos fue el atentado 12 de octubre de 2022, cuando Juraj Krajčík, de 19 años, abrió fuego frente a un bar LGBT en Bratislava, Eslovaquia. Se suicidó luego de asesinar a dos personas y herir a una más. Dejó un manifiesto titulado Un llamado a las armas, en el que citaba directamente el texto The Hard Reset.
Gracias a los registros telefónicos entre los dos líderes terroristas en Estados Unidos, fue posible para las autoridades adjudicarles también el atentado del noviembre de 2022, en Aracruz, estado de Espírito Santo, en Brasil.
Utilizando una máscara con calavera, Gabriel Rodrigues Castiglioni, de 16 años, ingresó armado a dos escuelas y disparó contra estudiantes y profesores, dejando cuatro muertos y 11 heridos. Hoy se sabe que Dallas Humber estuvo en comunicación con el jovencito antes del atentado.
El 23 de diciembre de 2022, en París, se registraría un nuevo hecho terrorista. Ese día, un hombre de 69 años abrió fuego contra un centro cultural kurdo, asesinando a tres personas. Terrorgram lo erigió en “santo” y Allison y Humber publicaron mensajes en los que lo describían como un “regalo anticipado de Navidad”.
“Permítanme ser su coach de vida Terrorgram por un momento. El tiroteo masivo de hoy en París es MUCHO más que unos pocos invasores muertos, es un regalo anticipado de Navidad y una buena forma de cerrar un gran año. La creación de nuestro nuevo Santo es una historia verdaderamente inspiradora. Es una historia de redención, resistencia y de nunca rendirse”, dijeron los fundadores.
Según la fiscalía, los atentados incitados a través de Terrorgram no pararían: en julio de 2024 en Estados Unidos, un joven de 18 años fue detenido antes de ejecutar un ataque contra una planta energética en Nueva Jersey.
Según los fiscales, era participante en los chats administrados por Humber y Allison y consumía materiales como White Terror y The Hard Reset. Un mes después, en agosto de 2024, otro joven de 18 años apuñaló a cinco personas fuera de una mezquita en Turquía, transmitiendo el ataque en vivo e incluyendo textos de Terrorgram en su manifiesto.
Para los fundadores en Estados Unidos, el Camino hacia la Santidad se resumía en tres reglas básicas:
“1. No digas ni una palabra a nadie de lo que planeas. 2. Celebra cada logro en el trayecto. 3. Encuentra alegría en el viaje”.

La captura de los líderes y los prófugos
Matthew Robert Allison y Dallas Erin Humber finalmente fueron arrestados en septiembre de 2024 tras una investigación federal.
Hoy enfrentan cargos por conspiración para cometer terrorismo, incitación al asesinato, difusión de manuales de fabricación de explosivos y promoción de crímenes de odio. Actualmente su juicio continúa.
El 13 de enero de 2025, el Departamento de Estado designó como terroristas a The Terrorgram Collective y a tres de sus líderes, tal como lo hizo con los narcotraficantes mexicanos. Con esta medida el gobierno estadunidense reconoció a la red como una verdadera amenaza.
Aunque el gobierno no ha revelado todos los nombres de los cabecillas, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) identificó a tres de ellos: Noah Licul, Hendrik-Wahl Muller y Ciro Daniel Amorim Ferreira, un ciudadano brasileño de Belo Horizonte a quien aún se le busca.
MD