Hoteleros de San Miguel de Allende advirtieron que en la ciudad patrimonio ya funcionan más unidades de Airbnb y rentas vacacionales, muchas sin pagar impuestos ni contar con permisos, que cuartos de hotel.
La problemática ha escalado al grado de que en fraccionamientos privados, vecinos han detectado la operación clandestina de casas utilizadas como centros de hospedaje que se alquilan en precios que van de 8 mil hasta 20 mil pesos por noche.

De acuerdo con testimonios y reportes, algunas de estas propiedades llegan a recibir grupos de hasta 30 personas en una sola casa, lo que genera inconformidad entre residentes y evidencia la falta de regulación en este tipo de servicios.
“Hay casas en fraccionamientos donde no debe haber comercios; llegan camiones con decenas de personas y rentan por ocho mil pesos la noche. Después de un tiempo, los anfitriones ya tienen clientes y trabajan de manera oculta, sin pasar por la plataforma”, explicó el diputado Ricardo Ferro, presidente de la Comisión de Turismo.
Hoteles vacíos, turismo en Airbnb
Aunque la llegada de visitantes beneficia a restaurantes, bares, museos y tiendas, el sector hotelero sí ha resentido la competencia desleal.
El Observatorio Turístico del Estado de Guanajuato (OTEG) reveló que, al cierre del primer bimestre de 2025, la ocupación hotelera en San Miguel de Allende fue apenas del 45%.
“Hay fechas específicas donde el turismo llena la ciudad, pero los hoteles están vacíos. Ese turismo está en rentas ocultas que no cumplen con regulación alguna. Por eso urge regularizarlas”, subrayó Ferro.

Propuesta de regulación y cobro de impuestos
Ante esta situación, la gobernadora de Guanajuato propuso firmar convenios con el SAT para que los estados puedan cobrar de manera efectiva a plataformas como Airbnb el Impuesto Sobre Hospedaje (ISH), que hasta ahora no se ha pagado en su totalidad.
El diputado Ferro consideró que este sería apenas el primer paso.
Señaló que en Guanajuato se necesita una regulación más amplia que contemple no solo a la plataforma digital, sino también a casas, apartamentos y cuartos que se alquilan directamente sin reportar ingresos, además de una distribución transparente de los recursos que se obtienen del ISH, destinados a la promoción turística.