Uno de los vegetales que comúnmente suelen acompañar las comidas es el rábano, una hortaliza de raíz que no solo agregar su toque personal a la cocina mexicana, pues ¿apoco no lo has comido con un pozole? También sobresale entre los vegetales por sus múltiples propiedades medicinales, curativas y nutritivas.
Ha sido usado incluso en la medicina tradicional mexicana según los registros de la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

¿Cuáles son las propiedades curativas del rábano?
El rábano responde al nombre de Raphanus sativus L., ofrece muchos beneficios curativos que no solo se quedan en su sabor y acompañamiento de las ensaladas, sino que ayuda al bienestar general del organismo.
Sus semillas pueden crecer en una maceta y crecen muy rápido, pues bastan 25 días, pero ten cuidado con tardar mucho tiempo en cosecharlos pues su sabor sí se ve afectado.
Entre las propiedades que tiene el rábano ayuda a tu salud a fortalecer el sistema inmunológico al ser rico en vitamina C, según lo confirma la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

Su composición de agua y fibra lo hacen bajo en calorías, ayudándote a la vez a estar hidratado, eliminar las toxinas, por lo que tiene propiedades diuréticas y digestivas.
Cuida tu hígado con sus glucosinolatos que también ayudan a la vesícula biliar; pero también a mantenerte estable es tu salud cardiovascular, y es que, por su alto contenido en potasio regula la presión arterial.
Uno de los derivados más conocidos en la medicina tradicional es le rábano negro, más usado para el tratamiento de los cálculos biliares, una enfermedad digestiva mejor conocida como “piedras en la vesícula”, pero ¿funciona?
La Gaceta CCH de UNAM comparte que sí se han demostrado las propiedades del rábano negro para desintegrar los cálculos biliares en un modelo experimental; estas investigaciones aún siguen realizándose por otros profesionales.
¿Cómo elegir buen rábano?
Si no tienes espacios para cosechar tus propios rábanos o simplemente quieres ahorrarte la labor, aquí te damos unas recomendaciones para que puedas escoger los mejores con el fin de aprovechar todas sus propiedades.

Primero, debes elegir las hortalizas que estén firmes y brillantes, es decir, no tan duros ni esponjosos, ya que esto indica que no están frescos si no lo contrario. Finalmente, para que los conserves mejor y te duran más, quítales las hojas, lávalos con agua, jabón y fibra, y mételos al refrigerador; solo ten en cuenta que el tiempo promedio en que puedes consumirlos es alrededor de una semana.
YRH