En una sala llena de colaboradores y colmada de nostalgia, este miércoles se celebró la última sesión de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), órgano que durante más de tres décadas marcó la agenda de los derechos humanos en México.
El momento más emotivo llegó cuando el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo tomó la palabra para despedirse.
Pese a calumnias, nos retiramos con dignidad: Pardo Rebolledo
Visiblemente conmovido y con la voz quebrada, agradeció a sus colegas, al personal de las ponencias y a todos, quienes a lo largo de los años hicieron posible el trabajo del tribunal.
El mensaje arrancó un aplauso prolongado, en el que el togado sentenció que se van con la dignidad y la vocación intacta.
“La relevancia y la trascendencia de las decisiones que fueron tomadas en esta sala están a la vista… me despido diciendo que, a pesar de los infundios y las calumnias, nos retiramos algunos de nosotros con la dignidad y la vocación intacta”.
Uno a uno, los integrantes de la sala y su presidenta, la ministra Loretta Ortiz Ahlf, recordaron el papel histórico de este órgano, cuyas sentencias transformaron vidas, respaldaron luchas y redefinieron el papel de la justicia en el país.
Ortiz Ahfl destacó que la desaparición de las salas, resultado de la reforma constitucional, marca “el cierre de un capítulo trascendente para dar paso a otro igualmente relevante: el de un Poder Judicial más democrático, accesible y comprometido con la justicia social”.
Las palabras del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, parafraseando al fallecido cantante argentino Gustavo Cerati, resumieron el sentir de la última sesión: “gracias totales a todos ustedes”.
Así fue la última sesión de la Primera Sala de la SCJN:
???? #EnVivo | Sesión de Primera Sala de la #SCJN, 13 de agosto de 2025 https://t.co/TzArAm0prP
— Suprema Corte (@SCJN) August 13, 2025
Loretta Ortiz pide afrontar reto de nueva Corte
La ministra Margarita Ríos Farjat lamentó la desaparición de la sala, pero confió en que su legado “perdurará por siempre” en la defensa de los derechos humanos.
El ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena se unió a los agradecimientos y reconoció como un privilegio haber formado parte de este espacio. Recordó que sigue siendo una persona de pocas palabras.
Loretta Ortiz cerró con un llamado a preservar los avances logrados y afrontar los retos que vienen, pero también cuestionó que a pesar de los avances que aquí se dictaron a los largo de varias décadas, todavía son “insuficientes hacia la construcción de una justicia que no excluya”.
“La desaparición de las salas plantea retos institucionales, pero confío en que la nueva Corte sabrá afrontarlos inaugurando una época de justicia abierta, más abierta incluyente y transformadora.
“Así cerramos un capítulo trascendente para dar paso al otro igualmente relevante el de la legítima expectativa social de un poder judicial más democrático accesible y comprometido con la justicia social”, mensaje que no consiguió muchos aplausos.

IOGE