Ya no hay dos gobernadores, después del novelón del fin de semana. Ahora cada quien en su lugar debería (o es el deber ser) ponerse a ver trabajo pendiente. Dicho inventario es largo, y sobre todo importante.
Como ejemplo: el Presupuesto para el año que entra está incompleto, porque tan solo se presentó por parte del Gobierno estatal la Ley de Ingresos para el estado, la de los municipios y un conjunto de reformas a la Ley de Instituto de Control Vehicular para el próximo año.
Es decir, faltan por trabajarse la Ley de Egresos y las reformas de cada año del Código Fiscal.
Falta completar la cantidad prometida de camiones nuevos para tener la flotilla necesaria para mover a miles de usuarios a toda hora. Mil 763 unidades nuevas, para enero 2 mil 500 unidades en total. Ayer, en el Parque Fundidora se presentaron 200 unidades nuevas, van avanzando, aunque falta también que informen cuánto ha pagado Ticsa como sanción por su incumplimiento; jamás se ha transparentado tal penalización.
Avanzar las Líneas del Metro, que no se vean amenazadas estas obras tan urgentes para la movilidad por cuestión de recursos, aunque sea año electoral y todo se enfoque a lo que nos cuesta la democracia en este país.
Reducir la cantidad de homicidios dolosos, ya que rebasamos desde septiembre la cifra de mil casos, y este fenómeno comenzó hace tres años y no se ha corregido en esta administración.
En el tema de feminicidios también hay mucho trabajo, porque se tenía en los primeros nueve meses del año un promedio de un caso cada 55 horas.
La calidad del aire también representa un reto, ni modo de negarlo, cuando el mes pasado la ciudad metropolitana padeció seis días contaminados por encima de la norma, y a lo largo del año se han decretado 10 alertas ambientales.
En el Congreso, que hace una semana fue escenario de una bochornosa batalla campal, tampoco andan muy al día en cuanto a productividad y trabajo.
Esta Legislatura tiene pendientes muy trascendentes, como la designación del auditor Superior del Estado, proceso entrampado y de antemano polémico porque se trata de suplir a Jorge Galván en medio de cuestionamientos y, por si fuera poco, están perfilando a un ex funcionario de San Nicolás.
Además está pendiente reponer el proceso para elegir al fiscal General, la decisión más difícil de tomar en medio de la disputa entre Ejecutivo y Legislativo.
Por eso un mal arreglo o un alto al fuego suenan adecuados, aunque sinceramente parece que lo único que ocurre en estas horas es que se replegaron ambos contrincantes y luego vendrá otro round.
Trabajo sobra, y para todos.