A casi cinco años de llegar al poder y cerca de las elecciones presidenciales a celebrarse el año entrante, el uso avasallador del poder por parte del gobierno en turno y de su partido Morena, pone en riesgo la independencia de organismos como el Instituto Nacional Electoral (INE).
La elección del presidente, Andrés Manuel López Obrador, así como los senadores y diputados a nivel federal, se llevaron a cabo bajo las reglas y lineamientos establecidos por el INE, de igual manera ha ocurrido en el resto del país en el último lustro.
Definitivamente todos los procesos electorales han tenido observaciones, a pesar de ello la confianza ciudadana es muy alta hacia el órgano electoral, incluso ha sido distinguido a nivel internacional y ejemplo también en algunos países.
Para un gran sector de la sociedad es sospechoso el interés del mandatario federal y de los senadores y legisladores morenistas, así como sus aliados del partido del trabajo y del verde ecologista, de querer cambiar y modificar la estructura de un organismo que en su momento ha validado sus triunfos en las urnas.
También es cierto que los consejeros electorales tienen un salario mensual bruto de 262 mil pesos y un gran presupuesto, además de una nómina que pareciera exagerada, sin restarle en ningún momento la responsabilidad que tienen.
Los ataques y las acciones emprendidas pareciera busca transformar a uno de los pocos organismos independientes que subsisten, en una extensión más de la actual estructura de gobierno.
Esto último queda demostrado con el proceso de conformación del Comité Técnico de Evaluación para el INE, en donde sus siete integrantes serán los responsables de analizar las candidaturas de cuatro aspirantes a consejeros. Sin embargo sus perfiles son totalmente afines al presidente y a Morena y también avalados obviamente por el Partido del Trabajo y Verde.
Es inquietante lo ocurrido en donde es muy clara la cercanía entre el Comité Técnico del INE y el gobierno en turno. Y ante la polarización social que cada día aumenta, la democracia es más vulnerable.
Ningún argumento sólido puede justificar lo que se hecho, toca ahora a la sociedad actuar en defensa del Instituto Nacional Electoral.
Víctor Hugo Martínez