Desde los primeros años de vida y después de percibir nuestro entorno paterno, los mexicanos nos empezamos a familiarizar con los tres colores de la bandera que nos despertará un sentimiento nacionalista (a unos más y a otros menos) pero siempre con el orgullo por México a flor de piel durante toda la vida.
El verde de la esperanza, el blanco la unidad y el rojo la sangre derramada por los héroes al paso de la historia, son el significado, a juicio de muchos, de la enseña nacional más bonita que hay en el mundo (según una encuesta celebrada en el 2008 por el portal 20minutos.es), quién opine lo contrario le aseguro está en un error.
En los últimos días vimos y vivimos un debate ocasionado por la acción de algunas “representantes” mexicanas en las olimpiadas de Tokio 2020, en donde las integrantes del equipo de softbol tiraron a la basura sus indumentaria deportiva, así como también “tiraron” la ilusión de millones de connacionales cuya admiración habían despertado horas antes.
Tal vez en descargo podemos buscar alguna respuesta o ejercer un juicio público para tratar de entender cómo en el mismo territorio mexicano y durante tantos años, algunos integrantes de un “equipo político” que se adueñó de los colores nacionales, llevaron conductas nada honrosas y mucho más severas que tirar una vestimenta deportiva.
O si hablamos del respeto a todo lo que representa el país también cuestionar y exigir un castigo más allá de multas o inquisiciones en medios o redes sociales, de aquellos cuya memoria muy mexicana les falla al momento de entonar el himno nacional a la vista de millones de personas, tal vez sea parte obligatoria de un contrato, el equivocarse.
Desde niños nos inculcan los simbolismos guardados en nuestro lábaro patrio, incluyendo la historia de un infante sacrificando su vida con el propósito de no entregarla a manos de invasores.
Si bien conservar una prenda o la bandera misma representa valor, unidad nacional y patriotismo, también es cierto no necesitarlos para ser mejores personas, pero sobretodo buenos mexicanos en estos tiempos complicados para México
