Las familias de los 40 migrantes que fallecieron en el incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, ocurrido el pasado 27 de marzo, serán indemnizadas con 140 millones de pesos.
A pesar de la erogación de recursos por parte del Gobierno Federal, el precio de una vida es invaluable. ¿Ayudará a resarcir el daño? Siempre quedará esa duda.
En circunstancias diferentes, en ciertas regiones de Tamaulipas, ciudadanos inocentes pierden la vida o resultan heridos en lo que se califica como daños colaterales.
Al menos de manera oficial, nunca se anuncia un apoyo a los deudos o a los mismos lesionados por parte de la administración federal o estatal.
La muerte de un padre o una madre en una situación de riesgo siempre será un hecho condenable. En las últimas semanas, municipios como Reynosa, Miguel Alemán, Matamoros, San Fernando, Nuevo Laredo y otros más de La Ribereña, se han convertido en tierra de nadie.
Aunque definitivamente sí tienen “dueño” y no precisamente la autoridad municipal o la administración morenista de Américo Villarreal Anaya, mucho menos quienes desde el centro del país parecen no querer ver por lo que atraviesan los tamaulipecos.
Perder el pilar de un hogar a manos de las balas de grupos delincuenciales que pelean entre sí, llámese CDG o CDN y otros más, siempre será doloroso; perder los dos es brutal para el núcleo familiar, los hijos quedan en el desamparo y sin un sustento.
La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) autorizó 3.5 millones de pesos para cada una de las víctimas fallecidas en la estación migratoria de Ciudad Juárez.
Las autoridades estatales deben pensar en un programa más integral, ir más allá de las becas para ayuda a los estudiantes de familias afectadas por algún delito.
¿Cuánto vale la vida de una o un tamaulipeco? ¿Qué ayuda es lo justo en lo económico? ¿Un promedio de sueldo?
Pretender, solo eso, pretender acomodar a modo la percepción ciudadana en el tema de la violencia, por parte del Gobierno del estado, en nada ayuda a su administración.
Lo que en verdad se requiere es pensar en todo un concepto de ayuda a quienes han sufrido los embates del crimen. Un tema muy amplio y con muchas vertientes pero, con voluntad política, puede ser una solución a corto plazo.