Mucha risa, diversión, memes, así como críticas duras sobre el manejo que Andrés Manuel López Obrador (o López, como sus acérrimos enemigos lo nombran) ha dado al avión presidencial y su futuro, es uno de tantos temas surgidos en el larguísimo enero de 2020, mes donde pasaron tantas cosas como si fuera un año.
El debate en las últimas dos semanas es el sorteo, toda vez que nadie quiso comprarlo en los Estados Unidos. Entre broma y broma, muchos ciudadanos se ven en la compra de los cachitos de la Lotería Nacional; otros, más ambiciosos, preparan hasta el itinerario de viaje, a dónde volarán con los amigos o con familiares.
Dentro de la discusión, todo este show mediático nos lo hubiéramos ahorrado desde hace ocho años, cuando las “grandes mentes pensantes” de la política nacional le propusieron a Felipe Calderón Hinojosa darse “un pequeño lujo”: adquirir una nueva nave para sus traslados dentro y fuera del país, a lo que el ex Presidente aceptó.
Así, en julio de 2012 y con plena efervescencia de los Juegos Olímpico en Londres, se anunció la adquisición del Boeing 789-9, en la módica cantidad de casi 10 mil millones de pesos, con apoyo de Banobras. Pero como “nadie sabe para quién trabaja”, resultó que la nave fue estrenada cuatro años más tarde (2016, para ser exactos) por su sucesor Enrique Peña Nieto.
Si comparamos este gasto -porque de inversión no tiene nada al no generar una utilidad al país- aterrizado en las necesidades de la zona sur de Tamaulipas y el atraso por más de 25 años que señalaron empresarios locales, ¿cuántas obras se habrían hecho en beneficio de la comunidad?
Por ejemplo, van más de seis años y el nuevo Hospital Civil de Ciudad Madero sigue en construcción. Ni con el rescate del gobierno estatal opera como se planeó y no se ve fecha. La red carretera en el norte de Veracruz cada día está peor, ni la promesa a medias de la autopista Tuxpan-Tampico satisface a nadie.
Qué decir del último reclamo, reparar diques de agua dulce y prevenir las inundaciones con obras hidráulicas. Con esos 10 mil millones de pesos, se concretan esos planes y hasta sobra.
Así eran las prioridades: por encima de las necesidades del pueblo, estaban los lujos del poder.
¿O ya se les olvidó? _