LoNo es un tema menor el reparto de notarías públicas y patentes hechas por el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. El asunto tiene sesgo político, no hay duda alguna; sin embargo, hay una dolencia directa e indirecta para miles de ciudadanos en el estado quienes, de buena fe, confiaron en estas oficinas.
Hasta este lunes, la Dirección de Asuntos Notariales, dependiente de la Secretaría General de Gobierno a través de una coordinación con un nombre muy largo, cerró tres despachos pertenecientes a Mirna Mireya Sánchez Camacho, Flavio Eliel Ramírez Chapa y Alfredo Treviño Salinas, al darse irregularidades en el procedimiento. Otros casos, cerca de 25, están en revisión.
La arista de diferencias de ideología, como las trabas del ex mandatario reynosense por impedir el arribo de Américo Villarreal Anaya y la 4T al estado, hoy le cobran factura. Es entendido que la situación va por ese lado, pero eso no lo excusa de cómo y a quienes les dio los certificados fiat.
Cosa simple: Cabeza de Vaca se sentó con los involucrados que expiden los permisos, le dieron una lista, preguntó quiénes sí apoyaron su proyecto o la campaña del ex candidato César Verástegui Ostos, los recomendados de su grupo político y otros a quienes se les debieron muchos favores en materia legal. Él mismo los eligió y con su firma, se procedió al evento y entrega formal.
Además, el ahora diputado federal Gerardo Peña Flores, quien fungió como titular en la General de Gobierno, es otro de los involucrados en un asunto delicado jurídicamente. Ni el ex jefe político ha salido en sus redes sociales a defenderse, mucho menos el PAN Tamaulipas, en tanto el legislador tampoco ha vertido una opinión.
El punto es: y a nosotros, los ciudadanos (simples mortales, dice la frase popular) ¿cómo nos afecta?
Aquellas personas quienes acudieron con Sánchez Camacho, Ramírez Chapa, Treviño Salinas y las restantes con potencial de ser canceladas, para un cambio de testamento, nombre de propietario de un terreno, vivienda o negocio, entre otras acciones, perdieron su tiempo y su dinero, al tener el servicio de notarías “patito”.
El daño es para esos clientes. _
